El Viacrucis de las Cofradías se va al Lunes Santo y a la plaza del Museo. Esta vez no funcionó el criterio de compensación de los días con menor protagonismo en el Viacrucis de las Cofradías y el Cristo de la Expiración (Marcos Cabrera, 1575), titular de la hermandad del Museo, será la imagen que convoque a los sevillanos en la Catedral el próximo 10 de marzo, primer lunes de Cuaresma, para el rezo de las 14 estaciones. Así lo decidió anoche la junta de sección de Penitencia y los cargos generales del Consejo en un nombramiento que fue posteriormente ratificado por la junta superior de la institución, conforme establecen los nuevos estatutos.
La noticia de su designación pilló al hermano mayor del Museo disfrutando de un refrigerio en la casa de hermandad después de la celebración de la misa del lunes jubilar, enmarcada en la programación del Año Jubilar decretado con motivo del cuarto centenario de la capilla del Museo (1613-2013). Alfonso Gentil desveló que este año la hermandad había aspostado muy fuerte por la designación del Crucificado, un anhelo que trasladaron oportunamente a los círculos adecuados dentro de San Gregorio. Todo el mundo se preguntaba cómo una imagen de 1575 con la solera y la categoría de nuestro Cristo no había sido invitado aún a presidir el Viacrucis, explicó el máximo responsable de la hermandad decana del Lunes Santo. Gentil precisó, no obstante, que al tratrase de una salida extraordinaria, la participación del Cristo en el Viacrucis deberá ser aprobada por el cabildo general de hermanos, según dictan las reglas de la corporación. Tampoco nadie entendía que siendo la hermandad fundadora del Lunes Santo ya hubieran salido antes otras cinco imágenes de esta jornada, añadió.
A pesar de que todas las quinielas apuntaban a una imagen del Sábado Santo o del Domingo de Ramos por ese extraño criterio de compensación de los días el hermano mayor del Museo justifica la elección de su Cristo en base a un razonamiento mucho más lógico: Creo que ha imperado la importancia histórica de la imagen en sí y el hecho de que estemos celebrando un Año Jubilar que queremos hacer extensivo a toda Sevilla.
Con una nómina que en la actualidad supera los 3.300 hermanos, la noticia fue recibida anoche entre la militancia de base de la hermandad del Museo con orgullo y satisfacción. Gentil está convencido del poder de convocatoria del Crucificado. Seguro que la imagen servirá ese día de unión de toda la gente cristiana de Sevilla. Además, esta imagen se hizo para ser llevada en hombros, por eso se hizo del material que se realizó, apuntó el hermano mayor, quien además quiso agradecer públicamente al vicepresidente del Consejo, Manuel Nieto, ex hermano mayor del Museo, la segura defensa que realizó anoche de la candidatura del Crucificado de la Expiración.
Realizado en pasta de madera, el Crucificado de la Expiración es una talla de estilo manierista ejecutada por Marcos de Cabrera en el año 1575. El autor pudo inspirarse en unos bocetos del gran Miguel Ángel siguiendo la línea serpentinatta. A lo largo de sus más de cuatro siglos de historia material, se le conocen muchas restauraciones, la última de ellas realizada por el Instituo Andaluz del Parimonio Histórico este mismo año.
La última hermandad del Lunes Santo en presidir este ejercicio penitencial fue el Señor del Soberano Poder ante Caifás de San Gonzalo en 2011. Con la designación del Crucificado del Museo ya son seis las imágenes del Lunes Santo que han presidido el Viacrucis:el Cristo de la Vera-Cruz (1982), el Cristo de la Caridad en su Traslado al Sepulcro de Santa Marta (1984), Nuestro Padre Jesús Cautivo de Santa Genoveva (1993), el Señor de las Penas de San Vicente (2004) y el ya mencionado Cristo de San Gonzalo (2011).
La del próximo 10 de marzo será la trigésimo novena edición del Viacrucis de las Cofradías, acto penitencial que organiza el Consejo ininterrumpidamente desde 1976. El Cristo de la Expiración del Museo tomará el relevo del malogrado Viacrucis del Año de la Fe programado por el Arzobispado de Sevilla para este 2013, en el que catorce imágenes de Cristo sobre sus pasos procesionales iban a marcar las estaciones del acto penitencial. La lluvia oblig H
