El Consejo Superior de Deportes ya ha recibido la notificación por parte de BSport de su intención de adquirir el paquete accionarial mayoritario de Farusa. Ahora bien, el organismo ha reclamado al Betis más documentación acerca de esta venta. Una vez que le llegue, emitirá su informe.
La actuación del Consejo Superior de Deportes en el análisis de los procesos de venta de acciones en los equipos de fútbol no es un mero formalismo. Este organismo tiene la obligación de estudiar y aprobar los procesos de compraventa en el fútbol profesional, hasta el punto de que si no aprueba la venta de un paquete accionarial, éste no se produce. En el caso del Real Betis, el CSD ha recibido la notificación de BSport de su intención de hacerse con el paquete accionarial de Farusa y la certificación notarial de que no dispone de acciones en otra sociedad deportiva. Hasta ahí, bien, pero resulta que el máximo organismo del deporte nacional ha reclamado más información al Betis. En concreto, el CSD le ha pedido al club la numeración de todas las acciones que Farusa pone a la venta, así como todos los detalles de las operaciones de compra y venta de las mismas.
Ahora cabe preguntarse por qué el Consejo Superior de Deportes pregunta por la numeración de las acciones de Farusa. El motivo radica en que se tienen dudas acerca de la titularidad de una parte de estas acciones. En concreto, de un 4% de las mismas. Según se apunta desde la oposición a la gestión de Manuel Ruiz de Lopera al frente del Betis, podría darse una doble titularidad de estas acciones, una irregularidad importante que haría que el porcentaje de acciones propiedad de Farusa fuera de un 48% (como defiende por ejemplo Por Nuestro Betis). El asunto tiene cierta importancia, porque de demostrarse que Farusa tiene sólo el 48% de las 117.500 del total de la entidad, Lopera, como así parece, se vería obligado a incluir en el paquete el 2,55% de acciones que posee a título personal para que BSport se convierta en el nuevo máximo accionista. Una posibilidad que haría modificar el testamento del propio Lopera, quien firmó su última voluntad el 4 de noviembre de 1997 de la siguiente forma: "Las acciones del Real Betis Betis Balompié que tiene tituladas a su nombre el testador en la actualidad, se compromete a no venderlas, y éstas, más las que pueda tener a su fallecimiento, las dona a los socios-abonados del Real Betis".
Acontecimientos importantes pueden producirse de forma inminente en el asunto de la venta.
