Este piso "de convivencia" debe estar situado a una distancia mínima de 50 kilómetros de Sevilla porque el juez mantiene contra el joven una orden de alejamiento de los padres de Marta, pero la consejera no desveló la localización exacta de la casa para preservar la intimidad del menor y por motivos de seguridad.
Álvarez anunció ayer el cumplimiento de la medida, ordenada por el Juzgado de Menores 3 a la vista de que el próximo lunes 16 finalizaba el plazo máximo de internamiento preventivo que admite la Ley del Menor, de nueve meses, y por tanto el chaval tenía que salir del centro cerrado en el que estaba. La Fiscalía había solicitado que ingresara en un piso tutelado situado a una distancia mínima de 300 kilómetros de los padres de Marta, aunque el juez la rebajó a 50.
El adolescente, uno de los cinco imputados por la muerte y desaparición de la joven sevillana de 17 años ocurrida el 24 de enero, estará por tanto en un piso lleno, ya que el máximo de plazas en estas residencias es de ocho chavales, precisó la consejera, que añadió que no es una vivienda mixta sino sólo para chicos. Tendrá la supervisión de monitores, psicólogos y trabajadores sociales, puesto que el objetivo es potenciar la reinserción. En este caso, de forma excepcional, contará con la vigilancia de dos policías de acuerdo con la orden que dictó el juez de Instrucción 4 a petición de la Fiscalía. La consejera insistió en que estas medidas "especiales" son porque la Junta debe cumplir "lo que establece la medida adoptada por el juez".
Álvarez precisó que estos pisos tutelados tienen un régimen abierto y normalmente los chicos pueden salir, pero que en este caso concreto será el juez el que determine si esa "medida específica" se mantiene y se permite al Cuco estar en la calle, y de ser así, si cuando salga también deberá acompañarlo la Policía.
Álvarez añadió que el ingreso en estos pisos "es una medida importante", pues los menores conviven con otros y con los monitores que les hacen un seguimiento. El objetivo es su integración en un grupo de chicos de su edad, "que se supervise su actuación y se siga con la reeducación". Los técnicos y monitores también trabajan "paralelamente" con las familias de los menores para que, en el momento de regresar a sus casas, "puedan reinsertarse de la mejor forma".
Además del Cuco, que tenía 15 años cuando ocurrió el crimen, están imputados su ex novio y autor confeso, Miguel Carcaño; y su amigo Samuel Benítez, sospechoso de ayudar a esconder el cadáver, ambos encarcelados desde febrero. También están imputados, aunque se encuentran actualmente en libertad, el hermano de Miguel y su novia como presuntos encubridores.