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'El cuerpo de Marta podría salir del río con el calor'

El jefe de la Policía judicial y responsable de la búsqueda del cadáver de Marta del Castillo, Manuel Piedrabuena, defendió ayer que lo más probable es que la joven fuera arrojada al Guadalquivir y desveló que los expertos le indicaron que con la llegada del calor es posible que las aguas devuelvan el cuerpo.

el 16 sep 2009 / 05:20 h.

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Agencias

El jefe de la Policía judicial y responsable de la búsqueda del cadáver de Marta del Castillo, Manuel Piedrabuena, defendió ayer que lo más probable es que la joven fuera arrojada al Guadalquivir y desveló que los expertos le indicaron que con la llegada del calor es posible que las aguas devuelvan el cuerpo.

El comisario Piedrabuena aseguró, en una entrevista en Canal Sur Radio, que la Policía seguirá buscando el cuerpo aunque la investigación finalice y afirmó que, de encontrarse con el supuesto autor del crimen, Miguel Carcaño, sólo le preguntaría que dónde está el cadáver.

Consideró "posible" que el cuerpo esté en el río porque la primera versión de los imputados es la más creíble, y dijo que pese a haberlo buscado con gran esfuerzo no descarta que siga en el agua: "Los técnicos nos dijeron que la temperatura del agua es importante, y es posible que con las altas temperaturas pueda salir a la superficie". El comisario hizo una acérrima defensa del trabajo realizado por los policías: "En dedicación, tesón, cariño y tiempo les daría un sobresaliente alto", afirmó, para confesar que muchos renunciaron a las vacaciones de Semana Santa para peinar el vertedero tras cambiar Miguel su declaración y decir que tiraron a Marta a un contenedor. Admitió además que no se ha tratado de "un caso más", sino que le ha "quitado el sueño muchas noches y hasta las ganas de comer".

Piedrabuena desechó las críticas que apuntan a que no hubo medios suficientes para la búsqueda y dijo que "la Policía ha contado con todos los medios necesarios" tanto en el río como en el vertedero. Allí admitió haber vivido "32 días inolvidables", ya que "supuso trabajar en una montaña de basura de 120 metros de largo, 90 de ancho y 11 de alto", en condiciones durísimas para los agentes.

Afirmó que aunque el caso esté "policialmente cerrado" y se haya hecho "todo lo humanamente posible", se seguirá trabajando para encontrar el cadáver, "el último eslabón de la cadena".

Sobre la supuesta tardanza en la detención de Miguel, señaló que lo detuvieron a las tres semanas del crimen, "cuando había pruebas suficientes", y que hacerlo antes "hubiera sido negativo". También rechazó las voces que han exigido que "se le arrancara" la verdad: "en este país hay una serie de derechos, y los acusados pueden negarse a contestar, cambiar su declaración las veces que quieran, decir lo que les plazca".

Sobre la información que recibían los padres de Marta, Piedrabuena volvió a defender el trabajo de sus agentes, y afirmó que "desde el primer día" tuvieron a su disposición "a un inspector jefe que además es psicólogo" que les contó "todo lo que la Policía les podía decir".

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