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El culebrón del verano está servido

En franca decadencia los programas del corazón en las televisiones, el verano nos ofrece un nuevo culebrón, esta vez sin tomate, que tiene dos argumentos convergentes: el caso Gürtel y el no menos caso Bárcenas, algo así como poner a José María el Tempranillo de...

el 16 sep 2009 / 05:41 h.

En franca decadencia los programas del corazón en las televisiones, el verano nos ofrece un nuevo culebrón, esta vez sin tomate, que tiene dos argumentos convergentes: el caso Gürtel y el no menos caso Bárcenas, algo así como poner a José María el Tempranillo de ministro de Hacienda. La diversión está asegurada, como en aquel verano de 2003 cuando otro peliculón sobre Tamayo y Sáenz entretuvo el ocio de miles de españoles que siguieron por Telemadrid la retransmisión en directo de la comisión de investigación creada al efecto.

No es posible entender el empecinamiento del presidente del Partido Popular en mantener en su cargo al tesorero, Luis Bárcenas, cuando acaso por simples convolutos otros militantes fueron fumigados en menos que canta un gallo. La testaruda actuación de Rajoy está dando pábulo a toda especie de insinuaciones, y ya sabemos que la espiral del rumor, como la de la hiedra, escala cualquier cota. Tampoco es de recibo que la cúpula del PP de por buenas las alicortas explicaciones de Francisco Camps, que hoy mismo depondrá ante el juez, si bien por intermedio de su abogado.

La habilidad del PP para atraer titulares es digna de mejor causa. Los casos mencionados llevan semanas rodando en las rotativas, en la red y en las radios y teles, sin dejar sitio más destacado a la Gripe A, a la financiación autonómico-catalana o a la crisis económica de la que parecen haberse olvidado por el momento los medios de comunicación ante la magnitud de la tormenta Gürtel & Bárcenas. Nadie se acuerda a estas alturas del triunfo del PP en las europeas, hace poco más de un mes. El lío en el que se han metido los populares, ellos solitos, convierte en papel mojado aquel nuevo espíritu del Congreso de Valencia que, con Rajoy a la cabeza, iniciaba una etapa de saneamiento interno del partido.

No seré yo quien pronostique cuántos capítulos tendrá este culebrón veraniego, pero es seguro que va a dar mucho de sí y que los acontecimientos lo irán prorrogando al estilo de los programas de éxito en televisión, "Cuéntame" sin ir más lejos. La falta de decisión de Rajoy para cortar de raíz el caso Bárcenas, cuando desde su propia Ejecutiva se lo están pidiendo, no sé si de rodillas - Esperanza Aguirre dixit-, tendrá efectos con vencimientos en las próximas encuestas, especialmente devastadores en la Comunidad Valenciana.

Y mientras tanto, el apaño de Zapatero con Esquerra Republicana de Cataluña pasa de puntillas ante una opinión pública abducida por el gran espectáculo del verano que promete nuevos episodios cargados de morbo político como en las mejores series americanas. Porque, aunque se nos pueda acusar de contribuir a la catalonofobia, no he de terminar sin trasladarle al lector mis cuentas de la vieja: de los 11.000 millones de euros del fondo adicional la Generalitat ha sido agraciada con el 35%, o lo que es lo mismo 3.855 millones. Y eso que creo que Andalucía no ha salido demasiado mal parada. Sin indirectas: enhorabuena, amigos catalanes.

Periodista

gimenezaleman@gmail.com

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