Las insistentes llamadas al boicot no captan la atención del Dalai Lama, que se reafirmó en apoyar los Juegos Olímpicos que se celebran este verano en Pekín, aunque no sin antes rechazar la represión contra los manifestantes tibetanos por parte del Gobierno chino.
"Yo apoyo esos Juegos, porque no estoy contra China. Pero también soy un hombre comprometido con la democracia y no podría mandar a callar a los manifestantes", señaló el líder espiritual de 13 millones de tibetanos.
El Dalai Lama recalcó que los tibetanos no son partidarios del boicot, aunque precisó que "los antecedentes chinos en relación con los derechos humanos no son buenos", según explicó en una entrevista concedida a la cadena de televisión estadounidense NBC.
"No estamos en contra del Gobierno de Pekín y tampoco buscamos independizarnos", matizó. Con esa declaración, rechazó denuncias chinas de que las protestas tengan como objetivo promover una campaña en favor de la independencia del Tíbet.
El Dalai Lama, que realiza una visita de cinco días a EEUU, dijo que además de los problemas en cuanto a los derechos humanos, el Tíbet sufre una grave situación de pobreza y falta de recursos. La entrevista fue difundida un día después de que la antorcha olímpica, que constituye la antesala de los Juegos Olímpicos, tuviera un accidentado paso por San Francisco (EEUU), después de incidentes previos en París y Londres.
Críticas a la UE. Mientras, el Gobierno chino trasladó ayer su "indignación" al Parlamento Europeo por su "maleducada interferencia" en los asuntos internos de Pekín, al proponer a los líderes del bloque europeo que consideraran la opción de no asistir a los Juegos Olímpicos a no ser que se reanuden las negociaciones entre el Gobierno chino y el Dalai Lama.
La portavoz del Ministerio de Exteriores, Jian Yu, expresó "la indignación" de las autoridades chinas y criticó a los parlamentarios europeos por "interferir de forma maleducada en asuntos internos de China", así como por "herir los sentimientos del pueblo chino, confundiendo el blanco con el negro".
La portavoz consideró que el organismo europeo "consideró ciegamente los hechos" al no condenar la actuación del "círculo elitista" encabezado por el líder espiritual, a través de una línea de acción que "fortaleció la violencia del movimiento de independencia para Tíbet y las acciones separatistas del Dalai".
