El pasado lunes el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, anunció que su Ejecutivo había encargado un informe a los servicios jurídicos para estudiar si el decreto que regula el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) invadía competencias autonómicas. Después de que Andalucía anunciara ese paso, otros como Cataluña o Extremadura han mostrado también sus dudas y su disposición a recurrir. Se avecina una guerra territorial por el control de las fusiones de las cajas en un momento en el que en todas las autonomías se perfilan concentraciones.
En el caso del sistema financiero andaluz, el Gobierno andaluz confía en que las entidades muevan ficha en las próximas semanas. Ayer el presidente de Unicaja, Braulio Medel, manifestó sobre una futura fusiones de las cajas andaluzas que siempre han sido "partidarios de una integración entre entidades financieras andaluzas tan amplia como sea posible", mientras que el presidente de Cajasol, Antonio Pulido, afirmó que una vez que consoliden el "difícil proceso" que ha sido la reciente fusión entre El Monte y Caja San Fernando que originó la entidad que dirige, están "abiertos".
Medel eludió plazos porque eso serían profecías. Fuentes del sector financiero andaluz han admitido que existen contactos entre Unicaja y Cajasur que podría desembocar en una fusión de ambas entidades. Una operación a la que podría sumarse Caja Jaén que esta misma semana ha mostrado su disposición a participar en fusiones.
El consejero de Gobernación, Luis Pizarro, indicó que está en manos de los responsables de las cajas "seguir fortaleciendo el sistema financiero, ahora más que nunca". No obstante, recordó que las cajas tienen autonomía y que son ellas las que tienen que poner en marcha el camino.
