La postura de José Barranca queda de manifiesto desde el inicio de su informe anual. Su presentación: "Con la llegada de la nueva Corporación se abre una etapa de esperanza e ilusión para toda la ciudad. No puede permanecer al margen de esa ilusión colectiva la comisión especial. Y así nos sentimos los que con orgullo de ciudadanos sevillanos constituimos la comisión". Aunque posteriormente el informe, que sólo suscriben los miembros de la comisión del PP, agradece el trabajo realizado por todos los que han pasado por este organismo y anunciando un trabajo "por encima de partidos políticos", el planteamiento de una comisión teóricamente independiente queda reflejado por todo el documento. Así finaliza Barranca su presentación: "(...)Ese espíritu debe impregnar nuestros corazones en esta hermosa e ilusionante tarea de contribuir a sacar a Sevilla de la deriva hacia la mediocridad que algunos le habían marcado". Y para continuar, el discurso queda reforzado con una comparativa poniendo en valor el ahorro de este órgano este año -cuando han renunciado tres de los siete miembros- y con una reflexión en las conclusiones: "La situación económica heredada ha lastrado más de un proyecto, pero estamos seguros de que en este año se verán resueltos los asuntos pendientes que por falta de presupuestos no se han podido finiquitar en ese pasado ejercicio".
El documento difundido a los grupos de la oposición fue duramente criticado por el grupo socialista, que lo consideró un ejemplo más de cómo el Defensor del Ciudadano "es ya un concejal más del PP": "Con dinero público y con una publicación municipal se realiza un acto de propaganda política protagonizada por quienes debían velar por el control del Ayuntamiento. La oficina vuelve a quedar desacreditada". Desde el PSOE ponen como ejemplo el Defensor Andaluz, José Chamizo: "Es cómo si gana el PP, lo cambian, y el nuevo se dedica a defender la gestión del Gobierno andaluz y a criticar a los anteriores gestores".