Imagen de archivo de las urgencias del Hospital del Valme. El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, ha abierto una actuación de oficio dirigida a la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Urgencias y Emergencias Hospitalarias, para indagar sobre la veracidad de varias protestas por dilaciones en las urgencias hospitalarias del Hospital Universitario de Valme. En dicha actuación, consultada por Europa Press, la Defensoría explica que varios medios de prensa escrita recogen la denuncia efectuada por el Sindicato de Enfermería (Satse) sobre la demora que está presidiendo el ingreso en planta de pacientes a los que se ha decretado el mismo tras su comparecencia en el servicio de urgencias del Hospital de Valme, poniendo de relieve un nuevo episodio de saturación de dicha unidad asistencial. Por ello, explica la Oficina del Defensor, se incoa la presente queja de oficio al amparo de las previsiones recogidas en el artículo 10.1 de la Ley 9/83, de 1 de Diciembre, reguladora de esta Institución, y se solicita el informe al que alude el artículo 18.1 de la misma, a la Dirección Gerencia del Hospital de Valme (Sevilla). La denuncia, referida al pasado mes de septiembre, aludía al retraso de más de un día en la asignación de camas hospitalarias por una saturación de pacientes que llevó a la apertura de 12 camas de reserva. El sindicato Satse denunció públicamente los hechos y requirió a la Consejería de Salud que contratase a personal de Enfermería que permitiese agilizar estos trámites, asegurando que la plantilla en este departamento se encontraba por debajo de lo estipulado y esto afectaba al ritmo de ingreso de los pacientes. El hospital de Valme, en cambio, negó que se hubiese producido saturación de pacientes y atribuyó la situación al retraso que se había producido en las obras acondicionamiento de los quirófanos y el área de hospitalización del hospital del Tomillar, que retrasó también la puesta en uso de las camas de este hospital dependiente del de Valme. La dirección del centro precisó que la apertura de las 12 camas de reserva ya estaba prevista, si bien se abrieron en Valme en vez de en el Tomillar, y negó las denuncias de Satse. Un mes después, a principios de septiembre, este mismo sindicato de enfermería volvió a denunciar amplias esperas, de hasta cinco días, para ser atendidos en el servicio de urgencias del hospital de Valme y contrastó este hecho con que hubiese camas que permanecían cerradas, alertando sobre el riesgo para los usuarios y exigiendo de nuevo a la dirección del centro la contratación de más personal para aliviar la presión asistencial de las urgencias. El hospital, en cambio, volvió a negar que las urgencias se hubiesen desbordado aunque admitió un aumento de pacientes durante ese fin de semana que retrasó los procedimientos y obligó a mantener en la sala de espera a los pacientes que todavía no habían sido atendidos. Ante esta situación, el Defensor del Pueblo ha decidido abrir una investigación de oficio, cuyo primer paso será solicitar a la administración sanitaria los datos sobre estos dos incidentes para verificar si existen saturación o demoras en el servicio de urgencias del hospital sevillano, y si es por tanto conveniente adoptar medidas para solventar el problema.