A dos jornadas del final el Betis ha solventado la papeleta de la permanencia y el Sevilla, aun ganando en Santander, tiene su objetivo Champions casi en imposible por la victoria del Atlético de Madrid ante el Espanyol. El derbi de esta noche tiene otros parámetros de los que no faltan nunca en el cainita fútbol sevillano. Le defino como el de la autoestima porque con dos entrenadores de la casa y sin definirse con claridad su futuro, estoy convencido que seguirán los dos, estos partidos y sus resultados tienen muchas veces más importancia que el valor de los puntos.
La victoria le daría al Betis y a Chaparro el espaldarazo definitivo de los aficionados y la última vuelta de tuerca ante Ruiz de Lopera. A Jiménez ídem, más una posibilidad que parece remota si fallase a última hora el Atlético ante el Deportivo. Vean que clasificatoriamente parece que no son tres puntos decisivos, pero cuando juegan nuestros dos equipos la importancia y la trascendencia supera hasta lo que dicta la tabla de la clasificación. Así somos, así lo vivimos y que nadie intente cambiarnos.
