Cala es amonestado por una entrada a Ezequiel.
La derrota en Cartagena dejó muy dolidos a los jugadores del Betis, pero el resultado no lo es todo. Hay otros detalles que sólo fueron percibidos dentro del campo y que también también provocaron un gran malestar a los jugadores del Betis, o por lo menos a aquellos que se dieron cuenta. Uno de ellos ocurrió tras el 2-1. Cuando marcó Toché, el ex sevillista Juan Cala, ahora central del Cartagena, lo celebró dirigiéndose al sector de la grada donde estaban los hinchas verdiblancos y les dedicó algún que otro gesto no muy afortunado. Botelho, que no tiene nada que ver con el Sevilla, hizo lo mismo. Miki Roqué lo advirtió y por ahí nació el enganchón que tuvo con el brasileño y que derivó en su expulsión.Entre una cosa y otra, los pocos enfrentamientos entre el Cartagena y el Betis (los dos de la pasada temporada y el del sábado) están generando una extraña rivalidad que sobre todo es patente en la hostilidad con que el Betis es recibido en aquella tierra. La enemistad nació por motivos futbolísticos, porque ambos fueron rivales directos por el ascenso durante toda la pasada campaña, pero no se atenúa ni siquiera ahora que están separados por once puntos de diferencia.
TRES PARTIDOS, CINCO EXPULSADOS. La incipiente rivalidad entre el Betis y el Cartagena también es visible en lo polémicos que son sus encuentros. Curiosamente, el principal perjudicado siempre es el Betis. El año pasado, en Heliópolis, el conjunto de Antonio Tapia terminó con nueve futbolistas por las expulsiones, injustas ambas, de Arzu y Carlos García; el autor del disparate, cómo no, fue Pino Zamorano. Anteayer de nuevo acabó el Betis con dos hombres menos, Beñat y Miki Roqué, y sin técnico. En tres partidos ante el Cartagena, el Betis ha sufrido cinco expulsiones.
