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Deportes

El descenso del Betis desde dentro y desde fuera: Montiel y Doblas

El fisioterapeuta del equipo hace una autocrítica que va desde los directivos "por decisiones que no supieron tomar" y la plantilla a la jueza y la oposición. El meta lamenta el déficit de beticismo que hay en el club.

el 28 abr 2014 / 23:13 h.

A la izquierda, José María Montiel atiende a Nosa. Ala derecha, Toni Doblas sonríe ya como portero del Nápoles. / Ramón Navarro - Tullio Morello A la izquierda, José María Montiel atiende a Nosa. Ala derecha, Toni Doblas sonríe ya como portero del Nápoles. / Ramón Navarro - Tullio Morello El descenso del Betis ha suscitado un montón de reacciones. En este pequeño espacio se han seleccionado dos, por la relevancia de sus autores y por su contundencia. Una es la de uno de los empleados históricos de la entidad, el fisioterapeuta José María Montiel, que hace un extenso ejercicio de autocrítica e incluye entre los culpables a los dirigentes, los técnicos, los jugadores e incluso ellos mismos, los empleados, en especial los «béticos». También responsabiliza a la jueza Alaya, aunque no la cita, a la oposición, a la prensa... y a los aficionados «por seguir arropados en el manquepierda». La otra reacción es la de un exverdiblanco, Toni Doblas, el portero campeón de Copa en 2005 que ahora defiende al Nápoles y denuncia a «los culpables que escurrirán el bulto una vez más». Montiel, a través de facebook, analiza primero el daño que terceros han hecho al Betis. «Si se asoma al precipicio, lo empujan. Llena los campos, hace de sus visitas el día del club rival y tiene más audiencia que diecisiete equipos de Primera. Quizás sea esa la razón de los 18 puntos cuestionados por decisiones no imputables al equipo», lamenta el fisio, que a partir de ahí hace introspección e incrementa la acidez de la crítica. «De todo lo demás somos todos culpables: los dirigentes, por decisiones que no supieron tomar; los técnicos, por no imponer su criterio; los jugadores, por no entender lo que ocurría; nosotros los empleados, por no haber aportado lo suficiente, y los empleados béticos, más, por no imponer su jerarquía», recalca Montiel, que prosigue:«No se salvan la oposición, por llevar al Betis al caos sin poder ser alternativa ni legal ni económica; la justicia, por su lentitud poniendo el corazón de los béticos al borde del infarto; los medios, los béticos y los sevillistas, por dar la palabra a aquellos que sólo pueden hacer daño porque no tienen soluciones; y los aficionados, por seguir arropados en el manquepierda, pero eso no tiene arreglo, somos así. Lo demás, sí, y se debe empezar a reparar desde hoy. Lento, pero para siempre», reclama. Doblas no se queda atrás en dureza. «Mi Betis es de Segunda por méritos propios y culpables que escurrirán el bulto una vez más. Cuando nació la excusa, murió la autocrítica», dice el meta, que hace hincapié en la falta de beticismo dentro del equipo y del club. «Querían un Betis de los béticos, pero en el terreno de juego no he visto casi ninguno y así es imposible que los que lleguen se empapen de la idiosincrasia de las trece barras», afirma primero. «Espero que el bético no se deje engañar por palabrerías y fácil retórica de aquellos que dicen ser más béticos que nadie. El bético no tiene por qué medir el grado de su pasión, sólo demostrarlo», añade luego. «Todo pasa por algo en esta vida y todo tiene una explicación, aunque nos duela», sentencia.

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