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El desenlace más esperado

el 22 dic 2011 / 11:31 h.

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No hay nada mejor que enganche a la buena fidelidad de un jugador que comenzar a sumergirse en la historia con el final del anterior juego de la saga donde Desmond está bloqueado dentro del Animus. Para poder salir de él debe sincronizar y encontrar los puntos comunes con Altair y Ezio. El juego interactúa con los tres personajes pero es Ezio, más longevo, quien asume el protagonismo del título en un viaje lleno de revelaciones y descubrimientos en la ciudad de Constantinopla.
El maestro Assassin Ezio Auditore sigue los pasos del legendario Altair en un viaje de revelación y descubrimiento. Es un camino peligroso que llevará a Ezio a Constantinopla, el corazón del Imperio Otomano, en la que una armada de templarios amenaza con desestabilizar la región.

Un juego centrado en una capital llena de mezclas culturales a principios del siglo XVI. Nuevamente Ubisoft apuesta por un escenario al que no le falta un elemento, lleno de complejidad y que está repleto de savia histórica por los cuatro costados. Es la seña de identidad de la marca. Un pedigrí que conjuga un equilibrio perfecto entre pasado y futuro gracias a que siempre ha sido elaborado por el mismo equipo narrativo que ha sabido tratarlo con el mimo que se merece. El renacimiento italiano ha marcado un alto grado de profundidad en la saga y los guionistas han optado por la elección de la capital del Imperio Otomano, Constantinopla, para este título.

El tapiz urbano, tan rico en monumentos, población, barrios e historia se adaptan a la perfección al engranaje de la saga. La exploración por los diferentes distritos de la ciudad queda adornada por la gran riqueza monumental de los escenarios. La basílica de Santa Sofía, el palacio de Topkapi y la torre de Gálata son algunos de los sitios emblemáticos de la ciudad más cosmopolita y con más paleta de culturas del siglo XVI.

Con la Hermandad se abrió paso a la exploración libre de la ciudad de Roma y ahora con Revelations se amplía la oferta con escenarios adicionales a la propia capital para hacer más extendida y jugosa la jugabilidad, en busca de los secretos que esconde el juego, como en la región de Masyaf o Capadocia, esta última con un hábitat incrustado en piedra y donde Ezio debe encontrar bajo tierra uno de los secretos de los Assassins.
El apartado técnico Ubisoft roza la perfección. Como en el juego, queda dividido por distritos y la compañía se ha nutrido de algunas de sus filiales y estudios mundiales para repartir el desarrollo creativo del juego. Con Montreal actuando como nodriza, Suecia, Bucarest, Annecy, Quebec y Singapur se han repartido la vertebración y ensamblado del juego, donde cada estudio ha aportado su granito con la mejor fe y profesionalidad de la marca. Todo sincronizado, guiones, escenarios y un plus en las animaciones faciales para seguir subiendo peldaños y que todo se guste entre sí. Expresiones sublimes que realzan ira, tristeza y alegría para transmitir el feeling necesario para embaucar al jugador y sumergirlo en las experiencias del juego dentro de las nuevas capturas de movimiento que ofrece Ubisoft. Un manjar para el deleite del jugador dentro de una línea continuista y que aporta algunas novedades jugables.

La madurez de Ezio se ve reflejada en un mayor manejo de sus habilidades y la estrategia alcanza su clímax en una ciudad donde las torres juegan un papel fundamental contra los ataques de los templarios. Más intuición y predicción de objetivos que quedan aderezadas con nuevas armas.
El gancho, con la daga oculta, da una doble utilidad. Permite moverse más rápidamente por la ciudad y da toda la espectacularidad cinematográfica para acabar con soldados y templarios que se crucen por el camino. Las bombas también juegan un papel importante en el devenir del título y se podrán crear diferentes clases de bombas para adaptarlas a cualquier tipo de situación adversa. Para poder fabricarlas hay que conseguir los cofres que están repartidos por todos los escenarios del juego.
También se ha cuidado el aspecto sonoro con un doblaje que se agita positivamente con tanto diálogo y que se macera con la ambientación que aporta la música de fondo del juego.

El modo multijugador se asienta con brillantez y sigue abriéndose a las mejoras lanzadas en La Hermandad. Diferentes tipos de jugabilidad por donde fluye la adicción de este modo con 16 personajes jugables y personalizables en un tapete ambientado en los varios episodios de la saga Assassins. Un camino lleno de arterias jugables donde destacan el 'Deathmatch' o muerte súbita y 'Captura el artefacto', donde dos equipos se enfrentarán por recuperar una bomba y devolverla sin ser asesinado. Frenesí y adicción para ejecutar con las mejores tácticas de equipo en los nueve mapas diseñados con sus diferentes variaciones y su decena de modos de juego.

Ubisoft  ha creado una gran obra con esta saga. Un principio y un final con cotas inverosímiles dentro de la industria y que deja las interrogante s necesarias para ver por donde discurre la saga en próximas entregas.

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