El detective contratado por el ex presidente de la Caja San Fernando para averiguar quién le vigilaba afirmó que el vídeo usado como prueba para implicar a Chaves estaba manipulado y negó que el supuesto espía implicara al presidente de la Junta.
La principal sorpresa en la primera sesión del juicio por el presunto espionaje a las cajas de ahorro sevillanas la dio el detective Joaquín Corpas -contratado por el ex presidente de la caja, Juan Manuel López Benjumea-, quien aseguró que el vídeo usado como prueba para imputar al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, "no se correspondía" con el que él grabó, y negó que el supuesto espía del empresario implicara a Chaves y al PSOE.
El procesado -que se sienta en el banquillo junto a Benjumea y los periodistas de El Mundo, Francisco Rosell y Francisco Javier Caraballo, por un delito de injurias del que les acusa el PSOE-, afirmó que Antonio Castellano nunca pronunció la frase "entre Chaves, Pizarro y Pino me han ordenado seguir a Benjumea" en la entrevista que él grabó, e incluso aseveró que "las voces no eran las mismas".
Corpas cambió su declaración inicial ante el juez de instrucción, cuando aún era testigo y no imputado, reconociendo que fue él quien llevó el vídeo a El Mundo -que publicó la noticia el 29 de noviembre de 2001-, pero que al visionarla "no tenía nada que ver" con lo que él entregó a un directivo de la caja, que actuaba de intermediario. Así, explicó que el audio y la imagen de la entrevista con Castellano los grabó por separado, y que entregó el "máster" del vídeo -dos copias en VHS y el audio- "sin montar". Corpas también aclaró que el testimonio de Castellano le pareció "un teatro muy gordo, sin credibilidad".
Por su parte, Castellano negó que él fuera contratado para seguir a Benjumea, explicando que "únicamente" coincidió con él una vez en el restaurante La Raza, donde él estaba tomándose un café cuando llegó el banquero, rodeado de su escolta, lo que "me llamó la atención". El supuesto espía también indicó que "nunca" pronunció la frase que implicaba a Chaves y al secretario de organización del PSOE-A, Luis Pizarro.
Asimismo, el supuesto espía dijo que "en ningún momento" en la reunión que mantuvo con Corpas, que fue grabada por éste, "no hablamos del seguimiento", sino que quedó con él "porque un amigo tenía problemas de embargo de un piso, que era a lo que me dedicaba entonces".
Sin embargo, en su declaración Benjumea aseguró que "no recibió el máster de la cinta" y que Corpas le entregó el vídeo con el audio montado", advirtiéndole que había sido grabado por separado. Además, Benjumea, preguntado por su letrado si había orquestado un montaje con el diario, aseguró que dicha afirmación es "absolutamente dantesca". También señaló que puso en conocimiento de la Delegación del Gobierno sus sospechas de que era vigilado, descartándose que fuera ETA la que le espiaba.
Por último, el director de El Mundo en Andalucía y el redactor jefe explicaron los pasos para confirmar la información que obtuvieron "en una cena con el delegado del Gobierno", entonces el actual alcalde de Granada, José Torres Hurtado. Ambos aseguraron que hablaron con Benjumea y que fue Corpas quien les explicó la elaboración del vídeo.
La vista continuará mañana a las 9.30 horas en el Juzgado de lo Penal 3, aunque se está celebrando en una sala de la Audiencia Provincial de Sevilla, dado el gran número de medios de comunicación que están cubriendo el juicio, con las declaraciones de varios testigos, entre ellos Torres Hurtado, y los policías que examinaron el vídeo. Ya el jueves, están citados a declarar en calidad de testigos Manuel Chaves y Luis Pizarro, tras lo que el juicio proseguirá el próximo lunes.
