Economía

El diálogo social en España, en punto muerto

El documento que debe sentar las bases de consenso entre patronal y sindicatos, con la intermediación del Ejecutivo, está en punto muerto ante la propuesta empresarial de un despido más barato y la rebaja de las cotizaciones sociales.

el 16 sep 2009 / 05:20 h.

Corren malos tiempos para el diálogo social. El documento que debe sentar las bases de consenso entre patronal y sindicatos, con la intermediación del Ejecutivo, está en punto muerto ante la propuesta empresarial de un despido más barato y la rebaja de las cotizaciones sociales. El Gobierno avisa: son "líneas rojas" que no se sobrepasarán.

Esta semana el diálogo social afronta uno de sus momentos más decisivos. En plena vorágine de crisis y cuando más necesario se antoja alcanzar un acuerdo, más distanciadas están las partes. Para cumplir con la intención inicial de cerrarlo antes de que acabe este mes será necesario limar bastantes asperezas.

Y es que las negociaciones se torcieron el jueves pasado, cuando los sindicatos denunciaron que la patronal CEOE había retomado propuestas que parecían desterradas del debate. Éstas no son otras que el abaratamiento del despido, a través de un nuevo contrato "llamado del siglo XXI" con indemnizaciones por despido de 20 días por año trabajado, y la rebaja en cinco puntos de las cotizaciones a la Seguridad Social.

Las organizaciones sindicales pusieron entonces el grito en el cielo y ayer el Gobierno se volvió a postular y advirtió a los empresarios de que no está dispuesto a ceder en ninguno de esos dos capítulos. Tanto la vicepresidenta económica, Elena Salgado, como Celestino Corbacho, ministro de Trabajo, lo hicieron con rotundidad. Son "líneas rojas" que el Ejecutivo no está por la labor de rebasar, dijo Salgado.

Y más allá, el titular de Trabajo manifestó expresamente que los planteamientos puestos sobre la mesa por la CEOE hacen "más difícil" lograr ese consenso, declaró a RNE. Más leña al fuego.

El debate del abaratamiento del despido ha centrado cualquier planteamiento de reforma del mercado laboral. Corbacho insistió ayer en que el Ejecutivo no acometerá ninguna modificación en este ámbito "unilateralmente". Y es que aumentan las voces, sobre todo desde el empresariado, que reclaman al Gobierno que tome el mando y, en caso de que no haya posibilidad de acuerdo, adopte las decisiones.

Y respecto a la reducción de las cotizaciones, Corbacho indicó que la CEOE "debe retirar esa demanda de la mesa de negociaciones" ya que "provocaría un déficit muy importante" -nada menos que de 18.000 millones, reseñó- y que conduciría a que el modelo de la Seguridad Social "entrara en crisis". Por ello, lamentó que se centren en esa propuesta y no contemplen la formulada por el Ejecutivo, que garantiza el "coste cero" de la cotización si se contrata a un parado. Cada punto que se reduce en las cotizaciones tiene un coste de 3.500 millones para el sistema, señaló.

"Tengo confianza", aventuró, tras asegurar que no quiere transmitir la idea de que la patronal es la culpable de todo lo que está ocurriendo en las últimas semanas, en que pese al enfriamiento se alcanzará un acuerdo, al tiempo que señaló que el diálogo social sigue "vigente" a pesar de ser más "complejo" porque las partes están plasmando sus posiciones en virtud de lo que representan.

Por su parte, los sindicatos insistieron en que la CEOE ha vuelto a plantear cuestiones que había retirado de la negociación. El secretario general de UGT, Cándido Méndez, afirmó que "no es de recibo" que la patronal "vuelva a máximos" e instó a los empresarios a recuperar el espíritu de la reunión "al más alto nivel" que tuvo el pasado 20 de mayo, al igual que el responsable de comunicación de CCOO, Francisco Lezcano.

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