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El difícil arte de convertir la crítica en elogio

VLADA STOSIC. El director deportivo del Betis, con fichajes de bajo coste, ha conseguido un año tras otro todos los objetivos trazados por el club

el 09 jun 2013 / 13:10 h.

Vlada Stosic. Caricatura de Pandelet. Vlada Stosic. Caricatura de Pandelet. Vlada Stosic (Vranje, Serbia, 31 de enero de 1965) ha sabido tornar las lanzas por cañas al frente de la dirección deportiva del Real Betis Balompié, en la que, desde su llegada, ha sido objeto de una extraña y desmesurada persecución por parte de un amplio sector de la prensa y de la propia afición, al menos la que se entretiene en opinar y criticar en los foros y las redes sociales, donde le han dado lo que no hay en los escritos, sencillamente por fichar barato a futbolistas por lo general desconocidos que luego han dado un rendimiento más que aceptable al asfixiado club verdiblanco. Stosic, sin embargo, ha logrado darle la vuelta casi por completo a la situación, y la crítica despiadada hacia su trabajo ha dado paso a un ponderado y merecido elogio, como no podía ser de otra manera después de los resultados cosechados por el Betis en las últimas temporadas, en los que ha ido cubriendo objetivos, uno tras otro, gracias al trabajo bien hecho en todas las parcelas que afectan al primer equipo: entrenador, jugadores y secretaría técnica. Stosic llegó por tercera vez al Betis al poco de hacerse cargo Rafael Gordillo de la presidencia provisional del club por mandato de la jueza Alaya y en diciembre de 2010 fue presentado al frente de la dirección deportiva. “Me llamó Rafa y me dijo que si quería hacerme cargo de la dirección deportiva, aunque ya me avisó que no sabía ni si nos iba a poder pagar, porque la situación estaba como estaba y ni él mismo sabía lo que iba a durar”. Vlada dio el paso adelante en unos momentos convulsos y llenos de incertidumbre en los que José Antonio Bosch –al que no conocía absolutamente de nada– necesitaba a su alrededor a gente de fútbol dispuesta a conducir la nave bética en medio de un maremoto, con jugadores y el propio Pepe Mel recién renovados alegremente por Luis Oliver, a los que no se iba a poder pagar lo prometido, y la necesidad inexcusable de conducir al equipo a Primera división mientras los anteriores dirigentes lo habían abocado al concurso de acreedores. En ese plantel que subió en la 2010/11 no tuvo mucho que ver la mano de Stosic y su equipo, pues los fichajes habían sido realizados (y no pagados) por el anterior director deportivo, Luis Oliver, que no perdía puntada para llevárselo calentito en cualquier traspaso o rescisión. Ya en Primera, en su primer año Stosic renovó casi por completo la defensa con los fichajes de Chica, Amaya, Mario, Ustaritz, Tosic –luego Paulao–, el portero Fabricio y los delanteros Jeff Montero y Santa Cruz, ambos cedidos, pues aparte de por Amaya solo se pagó traspaso (1,3 millones) por el centrocampista Matilla, que llegó por expreso deseo de Pepe Mel. Con un gasto mínimo y pese a atravesar la peor racha de resultados de la historia del club –un punto en diez partidos–, el Betis logró el objetivo de la permanencia en la 2011/12 con varios partidos de antelación, aunque la crisis de resultados y algunos malentendidos –debidamente amplificados por sus detractores– con Mel obligaron al presidente Miguel Guillén –que relevó a Gordillo en junio de 2011– a delimitar claramente las funciones de entrenador y director deportivo y a solicitar de ambos mayor mesura en público, lo que ambos entendieron a la perfección. En el verano de 2012, tambien con una inversión mínima –sólo se gastó 1,1 milones en Nosa, 0,75 en Perquis y 0,3 en Agra–, Stosic y su equipo fueron capaces de armar un plantel más que digno para pelear con garantías la permanencia y algo más si se ponía a tiro. Llegaron Campbell, Juan Carlos, Rubén Pérez o Ángel, jugadores con poco nombre que despertaron no pocas incertidumbres y cantidad de críticas, aunque el tiempo ha dado la razón a quienes realizaron esos fichajes de perfil y costo bajo que dieron un rendimiento muy alto –en Navidades llegaron Molins y Pabón, éste último un acierto total– y definitivamente han permitido a Stosic y su equipo (Vega, Aurelio, Keke Durán) ganarse hoy por hoy la confianza de la mayoría de los béticos, conscientes de que desde la dirección deportiva se realiza un concienzudo trabajo de seguimiento en mercados semidesconocidos, que son a los que el Betis puede ir. CAMPEÓN DE EUROPA Vlada Stosic, como futbolista, se hizo un nombre en el Estrella Roja de Belgrado que ganó la Copa de Europa de 1991 y la Intercontinental de ese mismo año, aunque antes de hacerse con un hueco en ese legendario equipo tuvo que emigrar cedido al Footscary Just australiano, al Rad de Belgrado o al Radnicki Nis. Llegó a España en enero de 1992, al Mallorca de Serra Ferrer, con el que ese año no logró evitar el descenso, lo que le costó el puesto al técnico balear. Stosic fue el mejor del Mallorca durante dos años en Segunda (95 partidos, 27 goles) y en la 1994/95 se vino libre al Betis con Serra, Alexis, Vidakovic, Menéndez, Jaro, Josete, Kowalckzyk y Gordillo, entre otros, con los que los verdiblancos firmaron una temporada de ensueño (acabaron terceros) nada más subir de Segunda. Stosic solo jugó dos años en el Betis porque en la 1996/97 había superávit de extranjeros –Jarni, Finidi, Kowalczyk, Bjeliça, Vidakovic, Nadj y él mismo–, así que emigró al Atlante mexicano y luego al Vitoria de Setúbal, donde colgó las botas en la 98/99. En 2004 volvió con Serra al Betis de secretario técnico –Copa y Champions– y en 2010 fue Gordillo quien le llamó: ascenso, permanencia y UEFA. Y muchas críticas.

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