Economía

El dinero huye del ladrillo y la bolsa y se refugia en oro, plata y crudo

El oro y la plata hacen valer estos días su papel de valor refugio frente al pinchazo inmobiliario y los vaivenes de la bolsa, lo que unido a la revalorización del petróleo llevan a los mercados de materias primas a unos momentos históricos. ¿Qué está pasando?

el 15 sep 2009 / 01:24 h.

J. E.

El oro y la plata hacen valer estos días su papel de valor refugio frente al pinchazo inmobiliario y los vaivenes de la bolsa, lo que unido a la revalorización del petróleo llevan a los mercados de materias primas a unos momentos históricos. ¿Qué está pasando?

La caída del dólar en los mercados de divisas se ha acentuado en los últimos días por los persistentes indicios de recesión que acusa la economía norteamericana y ha provocado nuevos récords en la cotización del petróleo y otras materias primas.

El oro y, en menor medida, la plata son clásicos valores refugio, esto es, que suscitan, en momentos de vaivenes bursátiles y ahora por la huida del dinero del mercado inmobiliario, un gran interés como inversión por su relativa estabilidad. Y es así como cotizan a niveles máximos, una revalorización que termina trasladándose también a la joyería.

En los mercados de referencia para los metales preciosos, los contratos de oro (son cien onzas por contrato) para entrega en abril cerraron el pasado viernes a 977,10 dólares por onza, aunque en las jornadas previas habían superado los 1.000. En el caso de la plata (de 5.000 onzas por contrato) y para entrega en mayo, su precio concluyó la semana a 20,22 dólares por onza, después de haber rozado los 21.

Para Oro Direct, una empresa española especializada en este tipo de inversiones, existe una "correlación" entre los precios del crudo y del oro, y el primero de ellos es probable que siga al alza debido, sobre todo, a la creciente demanda que ejercen los países en desarrollo, tales como China y la India.

En concreto, la cotización del crudo ha seguido esta semana batiendo récord tras récord, hasta el punto de rebasar los 106 dólares en Nueva York (petróleo Texas, que es el de referencia para Estados Unidos) y los 104 en Londres (el Brent, el que tradicionalmente se observa para Europa), mientras que el valor medio de la OPEP, el mayor cártel petrolero del mundo, camina con paso firme hacia los 100 (el último cálculo, 98,46).

A las consabidas razones de que el petróleo se encarece ante el incremento de la demanda, los conflictos geopolíticos y la negativa de la OPEP a aumentar su cuota de producción y de que el oro y la plata se fortalecen con los vaivenes bursátiles y la captación también de inversores que han abandonado la otrora apuesta por el mercado inmobiliario cabría añadir, según indican los expertos, la diferente política monetaria de EEUU y la Eurozona.

En efecto, si la principal preocupación en el Eurosistema es la subida de la inflación, al otro lado del Atlántico es el miedo a la recesión económica, lo que se traduce en que aquí no se bajan los tipos de interés (es el precio oficial del dinero, que sirve de referencia al crédito) y allí sí se pronostican.

Tal diferencia de opiniones se refleja en sus respectivas monedas, con un euro que marcaba su cambio máximo a 1,545 dólares, un nivel que no pocos analistas consideran peligroso para la economía en general, por cuanto se pierde competitividad a la hora de exportar desde Europa, pero que contribuye a amortiguar la factura energética de los países que, como España, carecen de petróleo y casi todo lo importan -el oro negro se paga en el mercado internacional en billetes verdes-.

Así pues, los inversores se dejan llevar por el atractivo que supone comprar petróleo con un dólar tan débil como el actual, así como su confianza en que la Reserva Federal de Estados Unidos (el banco central) volverá a recortar los tipos para tratar de mantener activa la economía.

El porqué.

Un nuevo recorte del precio del dinero en EEUU, más que probable pues hasta el propio presidente, George W. Bush, ha admitido los momentos difíciles por los que atraviesa la economía del país, podría abaratar otra vez el dólar y, por ende, hacer todavía más atractivas las inversiones en materias primas que se negocian en esa moneda, como el crudo o el oro.

Invertir en materias primas será rentable, pero el bolsillo de los consumidores en general se resiente con las subidas de los carburantes -en España también en máximos- y el particular de los joyeros y plateros, también.

  • 1