El director de Cáritas Diocesana de Sevilla, Mariano Pérez de Ayala y el Alcalde de El Pedroso, Manuel Meléndez, durante la visita al stand de Asociación Sierra Norte para la Atención al Disminuido Psíquico (ASNADIS).
Programa y horarios de la Feria de Muestras de El Pedroso (PDF) No hace falta ni luces navideñas ni el olor de las castañas asadas ni el jolgorio de un Papa Noel que le sigue manteniendo el pulso a a sus majestades Melchor, Gaspar y Baltasar para ganarse el corazón de los niños. La Navidad, al menos en la provincia de Sevilla, no se empieza a palpar hasta que se abre de par en par su alacena de la Sierra Norte, repleta hasta los topes de manjares que hacen la boca agua: ristras de chorizos y morcones, pirámides de quesos o montañas de jamones, sin faltar filas de botellas de licores dulces y anisados para tomar en casa si tiene que coger el coche y algún dulce tan típico como la ocasión y hasta expositores que ofrecen lo mejor de la artesanía comarcal. El Pedroso tiene la despensa llena y, desde hace ya 18 años, lo brinda a la gente que, en masa, acude a los 105 stands que se reparten entre el mercado de abastos y el pabellón principal, emplazado en el recinto ferial.
Una charanga, venida de Castilblanco de los Arroyos, se convirtió en el guía sonoro para los forasteros que, aún hoy, no sabían en qué rincones del coqueto pueblo pedroseño de menos de 3.000 habitantes se festeja la Muestra de Productos Típicos y Artesanales de la Sierra Morena.
Desde su estreno hasta llegar a la mayoría de edad, la muestra siempre ha tenido un padrino. El guitarra andaluz Manolo Sanlúcar fue el año pasado aunque ayer también estuvo, como buen vecino de El Pedroso y hasta un año fue El Correo de Andalucía el que cortó la cinta de honor de esta fiesta. Ayer le tocó el turno, en estos tiempos de crisis, al director de Cáritas Diocesana de Sevilla, Mariano Pérez de Ayala, que ensalzó un evento tan importante para esta comarca por el enorme impulso económico que estos cuatro días significa para todas las empresas y pueblos de la Sierra Norte. Pérez de Ayala señaló, durante la presentación, que su organización conoce de primera mano las numerosas dificultades que mucha gente está padeciendo en la actualidad y a quienes tanto Cáritas Diocesana como muchas otras organizaciones estamos intentando ayudar desde la sociedad civil, por eso es importante la organización de eventos como estos que dinamizan la economía.
El alcalde de El Pedroso, Manuel Meléndez, recogió el testigo y alabó la labor callada que día a día desarrollan instituciones como Cáritas Diocesana de Sevilla para que unos a otros nos ayudemos a pasar esta difícil coyuntura económica que estamos atravesando. Además, lamentó la falta de colaboración de otras administraciones, tanto provinciales como estatales y autonómicos en la celebración de una Feria con tantos años de andadura. No entendemos por qué nos están cerrando las puertas a El Pedroso, a las pymes de nuestro pueblo y a las empresas de esta comarca, cuando invertir en la Feria de Muestra de El Pedroso es invertir en empleo y generación de riqueza de la que tanto hablan como supuesta prioridad para dichas administraciones.
Mariano Pérez de Ayala y el alcalde de El Pedroso, Manuel Meléndez pasearon, junto al resto de autoridades, por la exposición agroalimentaria por la que se calcula que pasaron 25.000 personas, según las cifras que calcula la organización de este evento.
Pero, como no sólo de comer vive el hombre, la feria también se llenó de actividades. La Unidad Canina Alpesa ofreció hasta cuatro sesiones de exhibiciones con sus perros adiestrados en la explanada del recinto ferial y dos actuaciones de vuelo de rapaces en la plaza de Consolación. Mientras en la Casa de la Cultura, la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Sevilla ha instalado una maqueta por la que cinco o seis trenes de diferentes épocas. Y, hablando de trenes, se dispuso de un tren turístico para trasladar al visitante por varios puntos de El Pedroso. Entre las opciones para detenerse está el rastrillo de antigüedades de la calle Prado, la zona de restauración del paseo del Espino o el belén de la iglesia parroquial, sin olvidar la visita a la almazara o a la carpa donde se elaboran baldosas hidráulicas a cargo de la empresa local La Calera.
