El director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Alberto Saiz, dio a entender ayer que se pagó un rescate por la liberación del atunero vasco Playa de Bakio el pasado mes de abril. Asimismo, el servicio de inteligencia apoyó al armador del buque en las negociaciones con los piratas somalíes.
Las fuentes consultadas señalaron que todos los presentes a la Comisión de Gastos Reservados del Congreso dieron por hecho el pago del rescate, tras haber escuchado las explicaciones del responsable del espionaje español. Eso sí, el pago por la liberación, estimado en 1,5 millones de dólares, no fue confirmado en su momento por el Gobierno.
Tras el secuestro del pesquero el pasado 20 de abril, el CNI envió a la costa de Somalia a varios de sus agentes en uno de los vuelos desplegados por el Ministerio de Defensa en el marco del operativo militar para conseguir liberar el buque.
Según las fuentes asistentes a la comparecencia en la Comisión de Secretos Oficiales, el CNI respaldó al armador del pesquero durante la negociación con los piratas para conseguir una "buena resolución" de la situación, pero no encabezó dicho proceso.
El CNI descarta, además, que exista colaboración entre la piratería y los grupos terroristas islamistas asentados en el Cuerno de África. Pero esta versión contradice el testimonio del familiar de un pirata somalí Hussein Ali, quien aseguró en octubre que el grupo terrorista Al Shabaab había recibido el 5% del rescate de 1,5 millones de dólares (aproximadamente un millón de euros) supuestamente pagado por la liberación del atunero vasco Playa de Bakio. Saiz, en cambio, argumenta que el dinero que toman los secuestradores se destina a su organización.
No obstante, el CNI ha reforzado "mucho" su presencia y actividad en esta zona africana, en la que mantiene desde hace varios años personal de forma "estable y permanente", ya que considera que el Cuerno de África representa un auténtico "punto negro" tanto por el terrorismo como por los flujos de inmigración ilegal. Además, el espionaje español está presente en el desierto del Sahel y el Magreb por sus redes de inmigración ilegal.
