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El Distrito no elevó el poyete en el que se mató la joven polaca pese a aprobarse en 2012

Urbanismo vio posible reformar la balaustrada pese a la protección patrimonial, aunque Zoido dijo ayer que legalmente no se puede tocar.

el 04 nov 2014 / 12:30 h.

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La joven estudiante polaca, Sylwia Rajchel, que murio al caer desde la calle Betis al hacerse un selfie. / FB La joven estudiante polaca, Sylwia Rajchel, que murio al caer desde la calle Betis al hacerse un selfie. / FB El Ayuntamiento de Sevilla conoce desde hace más de dos años que el pretil de la calle Betis es peligroso por su escasa altura, una situación provocada por las últimas reformas urbanísticas acometidas en este paseo junto al río, que han elevado considerablemente el nivel del suelo. El 16 de mayo de 2012, los vecinos lo denunciaron en elConsejo de Participación Ciudadana, órgano municipal consultivo, donde se aprobó por unanimidad repararlo para evitar accidentes. Un año después, ante la inacción del consistorio, los residentes volvieron a reclamarlo. En concreto, en junio de 2013, la Junta de Distrito de Triana acordó iniciar los trámites para arreglar la balaustrada y evitar posibles accidentes, como el de la joven polaca de 23 años que falleció ayer tras caer al vacío este fin de semana, mientras se fotografiaba subida al poyete. Según consta en el orden del día del consejo de participación ciudadana de mayo de 2012, la Asociación Triana Norte demandaba «que se tomen las medidas necesarias para arreglar el pretil de la acera de la calle Betis que da al río, ya que puede ocasionar accidentes y caídas dada la baja altura a la que ha quedado después de numerosas actuaciones que han elevado el nivel original del suelo». Aquella solicitud fue apoyada por una ONG del barrio, que corroboró este riesgo, aunque también advirtió de que «al ser patrimonio protegido, podía ser difícil cualquier actuación». El concejal del Distrito, Curro Pérez, que estaba presente, terció para añadir que la protección se centraba «en la zona que da al agua, hasta la comisaría, en la parte más cercana al faro», a lo que el representante por el PSOE José ManuelGarcía pidió que se delimitara cuál era el nivel de protección. Entonces, Pérez intervino de nuevo para asegurar que, tras contactar con Urbanismo, le informaban de que «la protección no es muy alta» y agregaba que «por razones de seguridad se podía intervenir». Finalmente, todo quedó a la espera de que la Gerencia comunicara «qué se puede hacer y el presupuesto». Un año después, Triana Norte, tras comprobar que no se había cumplido lo pactado, y entendiendo que el consejo no era vinculante, decide elevar el asunto a la Junta de Distrito. Allí volvió a plantear lo mismo, recordando que Urbanismo ya aclaró que sí era posible actuar para mejorar la seguridad. Curro Pérez precisó entonces que «toda la zapata, desde la mitad de la calle Betis hacia el agua –la zona implicada–, pertenece a Patrimonio delEstado, mientras que de la mitad hacia las casas, era del Ayuntamiento». Por otra parte, informó de que «los 50 metros desde el puente están declarados Bien de Interés Cultural (BIC), por lo que la Junta de Andalucía tiene que autorizar todo lo que se haga allí». La asociación vecinal insistió y solicitó entonces que «se pidan los permisos oportunos» para «tomar las medidas necesarias de seguridad». Nuevamente, se aprobó por unanimidad, por lo que elAyuntamiento debía haber cursado las licencias necesarias para reforzar la seguridad del pretil. Sin embargo, ni a la Consejería de Cultura ni a su delegación provincial –de la que depende la Comisión de Patrimonio Histórico– llegó nunca petición municipal alguna al respecto, según indicaron ayer a este periódico fuentes de la administración autonómica. Calle_Betis Desde el consistorio explicaban ayer a este periódico que no podían ni confirmar ni desmentir que el gobierno local hubiera iniciado algún trámite, tal y como se acordó, para reforzar la fiabilidad del poyete. Al cierre de esta edición, las fuentes municipales manifestaban desconocer si se había pedido permiso a la Junta, a Patrimonio del Estado o incluso alPuerto. No obstante, recalcaron que el Distrito «hizo a lo que se había comprometido: señalizar el paseo para advertir del riesgo».Estos letreros se sitúan cada 50 metros, con el mensaje: «Prohibido sentarse en el respaldo.Peligró de caída a gran altura». No obstante, el alcalde, Juan Ignacio Zoido, daba ayer otra explicación por la mañana. Después de trasladar el pésame a la familia de la joven, aseveró que «todas las medidas de precaución» estaban ya instaladas en la zona. «Todo lo que se puede hacer y todas las medidas de precaución ya están puestas», dijo el regidor cuando se le cuestionó sobre por qué no había una valla en la balaustrada. De hecho, descartó que tras lo ocurrido se vaya a instalar cualquier estructura en el pretil, al estar el enclave catalogado como BIC y situarse junto al puente de Triana. «La explicación que me dan los técnicos es que se trata de un BIC y no se podía poner ningún vallado en esa zona», agregó, tras recordar que existen carteles avisando del riesgo. La joven que se precipitó en la madrugada del domingo sobre la lámina de hormigón situada al margen del Guadalquivir mientras se hacía un selfie, tenía 23 años y estudiaba enMurcia, como Erasmus, procedente de la Universidad de Lublin. Perdió el equilibrio y se precipitó desde siete metros de altura. La Embajada de Polonia enEspaña informó ayer a este periódico que su departamento consular «permanece en contacto con la familia de la estudiante (1990)». En cuanto a si la familia piensa tomar algún tipo de medida tras el suceso, desde la delegación de aquel país indicaron que el departamento consular «tomará todas las acciones previstas en tales casos trágicos», si bien no aclaró a qué tipo de actuaciones se referían. La joven, de 23 años de edad, identificada con las iniciales R.S.A., resultó herida de gravedad y ayer murió en el Virgen delRocío. El suceso ha causado un fuerte impacto en los medios polacos.

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