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El doble atropello ocurrió a 87 kilómetros hora como mínimo

El autor pidió perdón en el juicio, que quedó ayer visto para sentencia

el 25 feb 2011 / 13:20 h.

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El lugar del atropello, con una marca de tiza quqe indica la distancia a la que fueron arrojadas las víctimas.

El impacto que acabó con las vidas de Patricia Alfaro y Almudena González en el Paseo de Colón tuvo que producirse a una velocidad "mínima" de 86,57 kilómetros por hora, y precisó que si hubiera ido a 50 kilómetros por hora ni Patricia ni Almudena "hubieran fallecido y sólo hubieran sufrido fracturas y hematomas". Por su parte, la Policía explicó que para que la versión del procesado sobre los semáforos tuvo que circular a 128 kilómetros por hora.

En la tercera sesión del juicio, que quedó ayer visto para sentencia, el experto en reconstrucciones de siniestros destacó que le "queda muy claro" que las víctimas "empezaron a cruzar con el semáforo en verde", y que el primer semáforo -el más próximo al edificio Cristina- estaba en ámbar y los otros dos en rojo.

Ayer también declararon los agentes que intervinieron en la reconstrucción de los hechos, de la que se ha proyectado un vídeo y un gráfico, según los cuales Fernando Vargas pudo haber alcanzado una velocidad de 128 kilómetros por hora en el momento del atropello y, al menos, se habría saltado un semáforo en rojo. Siguiendo la versión que ofrece el acusado, que aseguró que cruzó el primero en ámbar intermitente y los dos siguientes en verde, dijeron que entonces éste tendría que haber circulado a 128 kilómetros por hora para poder recorrer los 88 metros que separan a los semáforos en 2,5 segundos, tiempo en el que estos cambian de color. De ser así, las víctimas tendrían que haber comenzado a cruzar en rojo para ellas, aunque no está claro entonces si cuando se produjo el atropello ya estaba en verde. No obstante, los agentes defendieron que si, el primer semáforo estaba en ámbar intermitente, como dice el joven, los otros dos estarían en rojo.

Asimismo, ayer también compareció la perito que analizó los restos biológicos del vehículo, quien señaló que en el asiento del piloto únicamente se encontraron restos biológicos de Fernando Vargas, mientras que en el lugar del copiloto no se halló su ADN. Por ello, el abogado de la familia de Almudena González, Alberto Setién, solicitó a la juez la imputación como cooperadora necesaria de la madre del procesado, por dejarle coger el coche a pesar de saber que tenía retirado el carné. Una solicitud que la magistrada rechazó porque la Audiencia ya decretó el sobreseimiento para ella. Por último, el policía que analizó el vehículo dijo ayer que el coche sufrió un fuerte impacto en la parte delantera, lo que provocó la rotura del manguito que surte de gasoil al motor, que fue lo que hizo que éste se parara. El acusado, en cambio, sostiene que se detuvo cuando supo que no estorbaba.

El juicio quedó ayer visto para sentencia, aunque antes Fernando hizo uso de su derecho a la última palabra para defender que "no es un asesino" y para pedir perdón a las familias. Todas las partes elevaran a definitivas las penas que solicitan para el acusado, que van desde los nueve años y medio del fiscal, hasta los 36 que pide la familia de Patricia. El fiscal de Seguridad Vial, Luis Carlos Rodríguez León, criticó que, con la Ley en la mano, "dos muertes salen muy baratas". Sobre el hecho de que el acusado defendiera que sólo tomó dos cubatas -pese a que dobló la tasa de alcohol permitida-, el fiscal ironizó diciendo que "es posible que fueran dos copas de tamaño de cubo de fregona".

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