En 2001, el parque -presidido entonces por la ministra del PP Elvira Rodríguez- se mostró contrario al dragado del río. "Sorprendentemente", recordó Romero, dos años después, esta misma ministra fue la que avaló el proyecto emitiendo una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) con la que el Puerto obtenía el permiso oficial para aumentar la profundidad del río en algunos de sus tramos de 6 a 8 metros. En la Declaración, no obstante, se llamaba la atención sobre la protección de las márgenes (el Puerto ha reservado en sus presupuestos de 2011 una cuantía de 10 millones para costear medidas en este sentido).
El cambio de Gobierno en 2004 dio un giro a todo lo acordado en relación al dragado. La ministra de Medio Ambiente Cristina Narbona anunció en una de sus primeras intervenciones en el entonces Patronato de Doñana que el dragado se haría en función de lo que dijeran los expertos de una comisión científica. Y éstos ya han hablado. El pasado mes de diciembre, el dictamen científico recomendó al ministerio ahora encabezado por la andaluza Rosa Aguilar que "desestime definitivamente" el plan del Puerto, alegando que la situación global del estuario no aguantaría una intervención así. Lo que se acordó en 2004 fue que, una vez que hubiera dictamen de la comisión científica, ésta informara al Parque de Doñana. La próxima reunión del Consejo de Participación del parque es en primavera, en torno a abril o mayo.
La pregunta entonces es: ¿tiene el Puerto tiempo para ejecutar este año el dragado, como así ha manifestado? Las citadas fuentes gubernamentales remacharon que en la intención de contar con el respaldo de Doñana a la hora de apoyar o no proyectos como el del dragado no hay que ver una maniobra de "dilación".El asunto es lo suficientemente "complejo" como para adoptar posturas con "prisas". Y resumen la postura del Ejecutivo: Doñana es el "garante" y "todo lo que se haga en el río tiene que ser respetando al parque natural y contando con el respaldo de su Patronato".
El dragado del río y su afección a Doñana no sólo preocupa a los ecologistas, arroceros, administraciones autonómicas y nacionales... Europa también vigila con especial celo este proyecto. De hecho, el Consejo de Europa ha condicionado la renovación del Diploma europeo de áreas protegidas del Parque Nacional de Doñana a que se cumpla la siguiente condición: "Las autoridades españolas deben seguir adoptando todas las medidas necesarias para garantizar que los proyectos de desarrollo del Puerto de Sevilla no tengan impactos ambientales significativos sobre los ecosistemas de Doñana. Cualquier decisión debe estar condicionada por los resultados del estudio complementario al informe de la EIA".
La intervención del dragado del río afronta a partir de hoy sus momentos más decisivos después de años de investigación sobre el comportamiento del estuario, sobre el que se han recogido más de 70 millones de datos.