Los delitos contra la Seguridad Vial constituyen una de cada tres causas que entran en los juzgados y mientras las numerosas campañas de tráfico y los controles de alcoholemia parecen dar frutos y se reducen ligeramente los casos de conducción bajo los efectos del alcohol o con exceso de velocidad, crecen incomprensiblemente los casos de conductores que circulan sin el correspondiente permiso o quebrantando medidas de retirada temporal. El año pasado, los jueces de Sevilla dictaron 4.081 sentencias por delitos contra la Seguridad Vial en los que se vieron implicados 3.970 personas y de ellas el 98% fueron condenatorias. El 52,1% (2.133) correspondieron a la conducción bajos los efectos del alcohol que al igual que el exceso de velocidad (siete), la conducción temeraria (53) o muerte imprudente (tres) bajaron respecto a 2011, mientras que el segundo delito más frecuente fue circular sin permiso, con 1.821 casos (44,6%), casi cien más que en 2011.
El fiscal delegado de Seguridad Vial, Luis Carlos Rodríguez León, llamó la atención sobre el aumento de estos casos ya que sale más caro que sacarse el carné y en algunos casos por reincidencia acaban teniendo que ingresar en prisión aunque solo 191 de las 4.001 condenas (hubo 80 absoluciones)conllevaron penas de prisión, con una media de cinco meses y 23,16 días impuestos que, si no existen antecedentes penales, no conllevan el ingreso en la cárcel. Especialmente significativo es el hecho de que 212 menores hayan sido procesados por conducir sin carné.
Los casos por conducción bajo los efectos de sustancias, fundalmentalmente alcohol, bajaron ligeramente (de 2.285 en el año 2011 a 2.133 el año pasado) pero los conductores procesados por ello sobrepasaban ampliamente la tasa permitida de alcohol (0,25 miligramos de alcohol en aire). Se considera delito a partir de 0,60 y más del 90% de los conductores procesados por esta causa (1.941) presentaron entre 0,60 y 1 gramo por litro.
El año pasado, la DGT presentó los nuevos test de drogas y Sevilla se convirtió en escenario de la prueba piloto de los mismos. Sin embargo, el fiscal alertó ayer del escaso uso de estos drogotest, especialmente en la capital hispalense, donde según reconoció el delegado de Movilidad del Ayuntamiento, Juan Bueno, desde la puesta en marcha efectiva antes de verano (tras dictar la Fiscalía la orden para regular su utilización) se han realizado seis de los que tres dieron positivo (el último el pasado fin de semana). Bueno justificó el escaso uso de estos test en que se trata de una prueba no generalizada que los agentes de la Policía Local solo realizan cuando el test de alcoholemia da negativo y el conductor presenta síntomas de haber consumido alguna sustancia. La Guardia Civil también defendió que es una prueba que se realiza de forma muy selectiva, de ahí que el 80% den positivo, si bien anunció que en las próximas semanas la provincia de Sevilla participará en un estudio en el que se realizarán drogotest de forma más generalizada y en puntos seleccionados para sacar una muestra representativa de esta conducta al volante.
Al margen de los delitos que llegaron a los juzgados, la Jefatura Provincial de Tráfico sancionó el año pasado a 35.114 conductores con la retirada de 114.315 puntos (lo que supone una media de algo más de tres puntos por cabeza). En el 20% la causa fue el exceso de velocidad, un 18% por circular bajo los efectos del alcohol y otro 18% por hacerlo sin cinturón de seguridad u otro tipo de medidas de protección obligatorias. A un total de 1.020 conductores les fue retirado el carné, de los que 941 eran hombres y 79 mujeres.
Por su parte, la Guardia Civil de Tráfico detuvo en 2012 a 45 personas por delitos contra la Seguridad Vial y levantó 2.097 atestados, intervino en 1.228 accidentes con víctimas (entre ellos 34 personas fallecidas) e impuso 93.586 sanciones por infracciones administrativas.
Dentro del ámbito de la capital hispalense, la Policía Local de Sevilla detuvo el año pasado a 160 personas y levantó 1.037 atestados por delitos y faltas relacionados contra la Seguridad Vial. Intervino en 1.013 siniestros sin víctimas y 3.116 con lesionados, entre ellos diez con fallecidos (dos atropellos mortales a un ciclista y a un peatón, cinco motoristas muertos por caídas y choques y tres conductores por desvanecimiento o muerte súbita al volante).
En cuanto a la Policía Nacional, intervino en dos casos de homicidio imprudente en la capital, 143 casos por conducción bajo los efectos del alcohol (112 en la capital), 258 casos por circular sin licencia (231 en la capital), 49 por conducción temeraria, 22 por negativa de los conductores a someterse al test de alcoholemia, siete casos por crear riesgo para el tráfico y dos casos de conducción a velocidad excesiva, entre otro tipo de infracciones.
