El Écija busca la permanencia. Foto: El Periódico de Extremadura. El álgebra chino es el único elemento capaz de descifrar las opciones reales de permanencia del Écija Balompié, a 11 puntos de la redención con 30 aún por sortearse. La derrota en Arroyo de la Luz ha significado un retroceso decisivo en la carrera hacia el festejo final. Los pupilos de David Sánchez son últimos, suman 20 puntos y vigilan a su más inmediato rival, el Atlético Sanluqueño del coriano Antonio Manuel Racero, Puma, a 4 de distancia. Los antecedentes son desalentadores. Desde que se aplicó el sistema de puntuación vigente en 1995, 17 de los 18 farolillos rojos en el tramo actual de la Liga descendieron a Tercera. El único que logró esquivar el drama fue, precisamente, el plantel astigitano, que en la 2011-12 era, gracias a la retirada de Sporting Villanueva y Polideportivo Ejido, antepenúltimo. En aquel curso sumaba 27 puntos en la fecha 30, 7 más que a día de hoy, y oteaba la continuidad en la categoría a 5 de diferencia. En los 19 años que han transcurrido desde que se adoptó el cambio en el sistema de puntuación ha habido, sin incluir al Écija Balompié actual, 18 colistas en la jornada 30. De ellos, 9 sumaban más puntos que los de la Ciudad del Sol a estas alturas, aunque sólo uno, el propio Écija en la 11-12, obtuvo la permanencia. Aquel bloque, a las órdenes del malagueño Miguel Rivera en la recta final del torneo después del cese de Lucas Cazorla y la etapa interina de Juan Ramón Martín, sumó 19 de los últimos 24 puntos en juego y, tras vencer en el Príncipe Felipe de Cáceres en su última comparecencia de la competición, se adjudicó el billete para repetir presencia en el grupo IV de Segunda B en la 2012-13. La comparación más real con la situación de la escuadra de la Calle José Herrainz es la establecida con el curso 2008-09, en el que la Balona sumaba 22 puntos en la jornada 30. Los campogibraltareños oteaban la permanencia a 10 de distancia y ni un sprint final de play-off selló su inocencia. Los albinegros se apropiaron de 14 de 24 unidades, registros que le permitieron únicamente ser vicecolistas. El balance del once de David Sánchez es similar al del Real Betis B de Óscar Cano, que en la experiencia precedente exhibía 21 puntos en sus alforjas. Al cierre liguero se clavó en 30, provisiones que no fueron suficientes ni para avanzar siquiera una plaza en la tabla clasificatoria. Como dato anecdótico, el peor colista desde 1995 fue el histórico Isla Cristina, que en la 1998-99, apenas unos años después de obrar la hazaña de eliminar al Sevilla FC en la Copa del Rey en el Sánchez-Pizjuán, clausuró el torneo con sólo 4 puntos en su casillero. Los otros dos farolillos rojos que cerraron el curso con peor promedio fueron el Málaga B en la 2006-07, en la que sumó 14, y el Jumilla murciano, que en la 2010-11 se conformó con lucir 19 unidades.