César Díaz salvó el expediente para el Sangonera y dejó al Écija fuera de la Copa del Rey con un gol en los inicios de la segunda mitad que terminó por finiquitar un choque en el que el conjunto sevillano apenas inquietó a Caballero.
Sin tensión y sin mordiente, al equipo de Risto Vidakovic le costó desde el primer minuto entrar en el partido. A pesar de que trataron de buscar la fórmula para intentar inquietar la portería rival, apenas encontraron resquicios ante un cuadro murciano al que le iba la vida en el choque. Un par de remates de falta directa en el epílogo del partido fueron el resumen ofensivo de un equipo al que le faltó mucho para plantar batalla y que al final acaba la campaña en la décima plaza.
