La empresa municipal de transportes anunciará mañana la apertura del concurso para vender el viejo edificio municipal de Diego de Riaño, 10. Sus 10.000 metros cuadrados se destinarán a viviendas, por las que el Consistorio prevé obtener nueve millones para la maltrecha economía de Tussam.
Los promotores interesados en comprar el edificio tendrán hasta el 25 de marzo para presentar sus propuestas. Los pliegos de condiciones del concurso se podrán consultar en la sede de Tussam, en la Avenida de Andalucía. En concreto, el anuncio señala que la oferta es para "contratar la enajenación del edificio propiedad de Tussam en Diego de Riaño, 10" y que estará abierta hasta las 14.00 horas del mencionado día.
Con esto, el Ayuntamiento da un paso más para sanear las cuentas de Tusssam y poner en marcha la construcción del edificio diseñado por Rafael Moneo para el Prado. Y es que el Consistorio ha diseñado una operación urbanística para obtener recursos para Tussam y dar salida al solar abandonado desde el último mandato de Soledad Becerril (PP). Así, los socialistas han rescatado el proyecto que vetaron hace ocho años: el edificio de Moneo, que tendrá oficinas, un hotel y un aparcamiento. Eso sí, tendrá que ser modificado para adaptarlo al nuevo contexto (como el intercambiador de transportes previsto en la zona). El arquitecto aún no ha sido consultado.
La venta el edificio de Diego de Riaño es el primer paso de la operación para sanear las cuentas de Tussam. Este inmueble, que tuvo que ser desalojado hace unos meses por su mal estado, alberga oficinas municipales y las sedes de dos sindicatos: uno de bomberos y otro de la Policía Local. La empresa municipal de transportes lo venderá para la construcción de viviendas de renta libre, una transacción con la que el Ayuntamiento pretende ingresar más de nueve millones de euros, dada la ubicación de los pisos y el espacio del que disponen: 10.000 metros cuadrados.
Evidentemente, si el concurso lo gana el mejor postor y alcanza cifras astronómicas, el Ayuntamiento estará contribuyendo con esta venta al encarecimiento de los pisos, algo criticable en el caso de una administración.
Actualmente en dicho edificio trabajan muy pocos empleados municipales, puesto que tras el último desalojo por peligro de derrumbe el Gobierno municipal fue realojando a sus trabajadores, así pasó con los de la delegación de la Mujer y los sindicatos que ejercían sus labores en dicho inmueble, situado junto a las nuevas cocheras del Metrocentro y la estación de autobuses del Prado de San Sebastián.
