Local

El efecto Sarkozy se diluye en un año ante el descontento de los franceses

Nicolas Sarkozy celebra su primer aniversario desde que fue elegido presidente, en medio de la desilusión de los franceses por su forma de desempeñar el cargo y el poco resultado de sus reformas.

el 15 sep 2009 / 04:18 h.

TAGS:

Nicolas Sarkozy celebra hoy su primer aniversario desde que fue elegido presidente de la república, en medio de la desilusión de los franceses por su forma de desempeñar el cargo y el poco resultado de sus reformas. Hoy ya supera incluso a Jacques Chirac en impopularidad.

Los índices de impopularidad del jefe de Estado varían desde un 72% de descontentos en una encuesta de Ifop hasta un 66% en OpinionWay, mientras el 62%, según CSA, teme una "grave crisis" de aquí al final de su mandato, en 2012, y un 55% no quiere que aspire entonces a un segundo mandato. Estos datos suponen una caída brutal para el que fue elegido hace un año con más del 53% de los votos frente a la candidata socialista, Ségolène Royal, y que gozó de un estado de gracia excepcional durante seis primeros meses, antes de producirse un vuelco inexorable.

El conservador Sarkozy figura ahora en los sondeos como el más impopular de los presidentes de la V República después de casi un año en el poder: sucedió a Jacques Chirac en el Elíseo el 16 de mayo de 2007. "Que haya decepciones, expectativas, problemas, dificultades, no sólo lo sé sino que me había preparado para ello", dijo el jefe de Estado galo en una entrevista el pasado 24 de abril, en la que fracasó en su intento de recobrar la confianza de los franceses.

Cambio radical. Sarkozy pasó de ser el "hiperpresidente" que lo comentaba todo, se ocupaba de todo y copaba las portadas con su vida amorosa, a tener un tono más sobrio, más discreto, hablar menos y tratar de proyectar una imagen "más presidencial", como la que los franceses buscan en sus jefes de Estado. Este cambio de estilo se acentuó después de la sonada derrota de los conservadores en las elecciones locales de marzo.

Pero aún perdura el efecto de los estragos causados por la imagen del "presidente bling bling", aficionado al lujo -como el crucero que se dio en el yate de un multimillonario nada más ser elegido- y la mediatización al máximo de su vida privada, con la saga de su divorcio de su segunda esposa, Cecilia, o sus vacaciones en Egipto y Jordania con su nuevo amor, la ex modelo Carla Bruni, con la que se casó en febrero. "Lo que le fue fatal a Sarkozy", según un analista, es "el desfase entre la sobreexposición y las dificultades de los franceses en ausencia de resultados económicos".

Los asesores del líder galo confían en que el efecto Bruni -con más sobriedad- ayude a Sarkozy a sobreponerse de la impopularidad, aunque por ahora no se vea en los sondeos: un 63% está descontento con la forma en que ejerce la función presidencial. Además, esperan que las reformas lanzadas -un récord de 55 en apenas un año- den frutos, pese a la mala coyuntura económica y que mejore el poder adquisitivo de los franceses, que es la primera preocupación de la población.

  • 1