El ministro británico de Justicia, Jack Straw, concedió ayer la libertad a Ronnie Biggs, conocido como el ladrón del siglo por el asalto al tren de Glasgow (Escocia), por motivos de compasión dado su precario estado de salud.
Biggs, que este fin de semana cumplirá 80 años, fue trasladado el pasado 28 de julio desde su celda en la prisión de Norwich (este de Inglaterra) a un hospital cercano aquejado de una neumonía severa, y los médicos creen que "no hay mucha esperanza" para su recuperación.
El pasado 1 de julio, Straw denegó la libertad al conocido delincuente porque "no se arrepiente de su delito", si bien ahora ha cambiado de parecer por "motivos médicos". "Las pruebas médicas claramente muestran que el señor Biggs está muy enfermo y que su estado se ha deteriorado recientemente", explicó Straw.