Cerca de 1.800 soldados llegaron ayer a la mexicana Ciudad Juárez para proteger de los cárteles del narcotráfico a la localidad, la más violenta de México, según confirmaron ayer fuentes oficiales.
La llegada de los militares forma parte de un contingente de 5.000 policías federales y militares que patrullará la ciudad a partir de la próxima semana. Hasta el momento, y desde abril de 2008, el estado de Chihuahua, donde se ubica la ciudad, contaba con 2.500 soldados y policías federales que la vigilaban.
El año pasado, la urbe registró 1.600 asesinatos vinculados en su mayoría al crimen organizado, de los 2.206 que hubo en el estado y los 5.600 aproximadamente que hubo en todo el país. Enrique Torres, portavoz del operativo conjunto Chihuahua, informó a Efe de que los efectivos restantes llegarán en los próximos días, pero que no se dará información al respecto para no entorpecer las labores de las autoridades federales contra los cárteles.
La llegada de refuerzos para poner coto a la violencia fue anunciada la pasada semana por el gabinete de seguridad federal, integrado por los secretarios de Gobernación (Interior), Marina, Defensa Nacional, Seguridad Pública y por el fiscal general.
Chihuahua, donde se encuentra la fronteriza Ciudad Juárez, fue durante 2008 el estado más violento de México y copa buena parte de los asesinatos cometidos este año en el país. En los primeros 50 días de este año se contabilizaron en Chihuahua 477 asesinatos, de los 973 de todo el país, según recuentos extraoficiales. Entre los fallecidos había ya 17 policías y militares, frente a los 90 uniformados del pasado año.
El viernes pasado por la madrugada fueron asesinados en una población chihuahuense cuatro policías, dos estatales y dos municipales. Los dos agentes locales que fueron asesinados en una gasolinera, hasta donde llegó un comando armado que disparó contra ellos con armas de grueso calibre.
División de opiniones. Entre los habitantes de la ciudad, algunos aplauden la decisión de aumentar la presencia armada, entre ellos el sector empresarial, afectado por secuestros, extorsiones y asaltos. En cambio, organizaciones sociales y de derechos humanos alertan sobre los riesgos de abusos. "Para nosotros, el anuncio de la llegada de las tropas, fue impresionante por la coordinación que se va a dar entre los distintos niveles de gobierno y sobre todo por la propuesta de que va a haber más elementos", recalcó Daniel Murguía Lardizábal, presidente local de la Cámara Nacional de Comercio. "Nosotros, como Cámara, habíamos pedido oficina de inteligencia para extorsiones y secuestros, así que los militares van a tomar el centro de emergencias y con eso van a dar seguimiento a las denuncias, además de que habrá blindaje en las entradas y salidas de Juárez", afirmó. Sin embargo, otros lo ven distinto. "El Operativo Conjunto Chihuahua es un fracaso total", matizó a Cipriana Jurado Herrera, directora del Centro de Investigación y Solidaridad Obrera. "Me preocupan las declaraciones que se hicieron respecto de los 5.000 militares que vienen porque no se mencionó si van a seguir trabajando con denuncias anónimas y si el Ejército mexicano no cometerá abusos, como lo ha hecho, sin ninguna orden de por medio", concluyó la directora.