2009 volvió a dejar imágenes de policías registrando un ayuntamiento andaluz y alcaldes encarcelados por presunta corrupción y blanqueo de capitales. Si hace tres años se destapó la operación Malaya en Marbella y el año pasado el caso Astapa reveló una situación similar en la vecina Estepona, este año las pesquisas de la Fiscalía Anticorrupción llevaron al Poniente almeriense, concretamente a El Ejido, una localidad de gran crecimiento demográfico y económico en los últimos años y políticamente agitada por el enfrentamiento del ahora encarcelado regidor, Juan Enciso, con el PP que le llevó a crear una escisión, el PAL. La financiación de éste también está bajo sospecha y tras destaparse el caso, el PSOE se vio obligado a romper su pacto de gobierno en la Diputación de Almería.
La investigación comenzó hace dos años, a raíz de denuncias de la oposición a la Fiscalía y de los sindicatos a la Inspección de Trabajo, pero fue el 20 de octubre cuando los agentes cercaron la Casa Consistorial y detuvieron a 20 personas, entre ellas el alcalde, el interventor municipal José Alemán, y los empresarios José Amate y Juan Antonio Galván, que hoy continúan en prisión sin fianza. Una empresa municipal, ElSur -cuyo único cliente era el Ayuntamiento y que presidía Juan Enciso- desviaba fondos municipales a una docena de subcontratas que facturaban hasta 3.000 euros por cambiar una bombilla o una baldosa.
Marbella, Estepona, Alcaucín, Alhaurín, El Ejido... la lista se amplía y los partidos, que aplican una doble vara de medir a la hora de expulsar o no de sus filas a los imputados mientras continúa la investigación, se jactan ante la opinión pública de ser más o menos implacables. El Consejo Consultivo de Andalucía ya ha pedido que se aumenten las penas por delitos urbanísticos y el presidente del PP, Mariano Rajoy anunció en el macromítin celebrado este año en Dos Hermanas (Sevilla) -el mítico talismán socialista- un decálogo contra la corrupción. Pero lo cierto es que ésta sigue salpicando a ayuntamientos de todo signo.
