Deportes

El empate de las sensaciones

El derbi de las sensaciones. Las positivas que firmó el Betis B de José Luis Mena y las excelentes que exhibió el Écija de un inspirado José María Nogués.

el 15 sep 2009 / 00:38 h.

El derbi de las sensaciones. Las positivas que firmó el Betis B de José Luis Mena y las excelentes que exhibió el Écija de un inspirado José María Nogués. El choque, marcado por una diatriba táctica, nació respetuoso. Ambos planteles, conscientes de la calidad rival, decidieron atacar sin riesgos.

Sin embargo, el conjunto que adiestra José Luis Mena recuperó las señas de identidad que había grabado a fuego en su mente durante la etapa de Paco Chaparro. El 4-4-1-1 que diseñó el preparador verdiblanco, con Fran Machado de mediapunta, generó una etapa de tímido asedio a la meta de Zigor. Álex Ortiz, que repitió en la medular, pudo inaugurar el electrónico, aunque Jano evitó el tanto sobre la línea de cal.

Nogués decidió imponer la rapidez de Pepe Díaz en ataque. Su apuesta, que descompuso a los flancos defensivos heliopolitanos, despojó de cierta responsabilidad a Luna. El jerezano conectó con su escolta en la zona de finalización y, tras un gesto de clase, envió un medido pase a un infortunado Raúl Pichardo.

La rapidez de los costados verdiblancos obligó a Xisco Campos a multiplicar sus vigilancias. Sin un filón en banda, los ataques del Écija se reducían a envíos en largo buscando a sus puntas. Y en pleno combate, Mario, que se incorporó al ataque con criterio, envió un potente disparo que atrapó Zigor.

Sin embargo, la ocasión más clara del primer período se resistió. Minuto 43. El azulino Requena se marcha en velocidad, recibe un pase en profundidad y, tras driblar a Mario e Isidoro, envía un ajustado zurdazo que René, soberbio, despeja a córner.

En el segundo tiempo, y tras la redistribución táctica de Mena, el Betis B circuló con más lentitud. La labor de Parra se focalizó en contener a Pedro y Fernando, que generaban continua sensación de peligro con sus aperturas a las bandas de Requena y Raúl Pichardo.

La ausencia de Pepe Díaz por lesión en el período inaugural resultó determinante. El ex oscense David Hernández, recién incorporado tras su lesión, no fue capaz de participar de forma activa en ningún momento. Las marcas de la dupla de centrales bética, que supo elaborar de forma coherente siempre, anuló la calidad del ariete gaditano.

dominio visitante. Sin embargo, el transcurso de los minutos originó un panorama distinto. El Écija, que apuntaló la zona ancha con el ingreso de Capa, asumió el control y durmió la fase de dominio bética. Los locales, que hubieron de recomponer líneas tras la lesión del ex emeritense Israel, retrocedieron líneas y decidieron atacar a la contra.

Sólo la seguridad de ambas retaguardias originó el definitivo empate sin goles. Un derbi con dos prismas optimistas.

  • 1