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El empleo precario del Plan 8.000

El objetivo era crear empleo, pero ¿qué clase de empleo? El Plan 8.000 del Estado, con el que se pondrán en marcha en Sevilla 148 obras por valor de 123 millones de euros, prevé aliviar el paro en el sector de la construcción, pero las condiciones de los concursos de obra han viciado el resultado.

el 16 sep 2009 / 02:02 h.

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Las empresas, con el fin de quedarse con los contratos, han presentado propuestas disparatadas a la hora de prometer nuevos puestos de trabajo -la creación de empleo se valoraba en la adjudicación con 90 de 100 puntos-. Generarán empleo, pero muy precario. O más bien, evitarán despidos, en algunos casos

La empresa que se encargará de la mejora de los aseos de los colegios tiene previsto emplear a 890 personas, un 2.866% más de lo previsto. En la reparación de los semáforos trabajarán 220 personas, pese a que sólo se preveían 9. Son algunos de los ejemplos del resultado de las adjudicaciones del Plan 8.000, que revelan incrementos superiores al 500% tras el análisis de 55 proyectos.

Según fuentes municipales, la mesa de contratación ha aplicado los pliegos de condiciones "a rajatabla" y sólo en casos en los que se han detectado cifras disparatadas de creación de empleo se ha pedido un informe al técnico de la delegación correspondiente. En algunos casos, dicho técnico avaló el proyecto y, en otros, no vio necesaria su intervención. En definitiva, los proyectos se han adjudicado a las empresas que más empleo han vendido, aunque éste "no sea real".

"Cuando decimos 300 empleos no nos referimos a 300 puestos de trabajos creados para todos los meses que dure la obra, nos referimos a los 50 electricistas que tendrán trabajo durante una semana, los 70 fontaneros que intervendrán un mes, los 200 albañiles que pondrán baldosas durante cuatro meses...". Así explican los empresarios sus datos. Así se explica que con sólo 55 proyectos estudiados se haya incrementado las previsiones de creación de empleo en más de un 500%.

Los contratos pueden ser de cuatro días o de siete meses. En los pliegos de condiciones de los concursos no se especifica nada, así que los técnicos son los que han tenido la última palabra, según fuentes de la Gerencia de Urbanismo. En ningún momento el Gobierno central ha exigido que el empleo sea de calidad.

Por este motivo, el propio alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, ha intentado no hablar de empleos cuando le ha presentado a los vecinos los planes para cada barrio.

En todo caso, se ha utilizado la coletilla de "mantenimiento de empleo", que en situación de crisis tampoco viene mal.

Lo que está claro es que el seguimiento de los contratos es clave para que el Plan anticrisis del Estado dé frutos. ¿Pero quién hará ese control?

Fuentes municipales aseguran que habrá un seguimiento de los proyectos y de los contratos laborales que se firmen, mientras que se mira de reojo a los sindicatos.

En algunas empresas ya se admite que si hay que despedir a algunos trabajadores para volver a contratarlos, se hará. Todo sea por quedarse con las obras.

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