La legionela tiene un enemigo claro que cerca su radio de acción. Se trata del Servicio de Alerta Epidemiológica de Andalucía, dependiente de la Consejería de Salud. Desde el pasado día 16 de septiembre, el equipo capitaneado por José María Mayoral trabaja minuciosamente para evitar que la cifra de infectados, hasta el momento 15, no se eleve. La próxima semana sabrán si su trabajo ha dado resultado.
La voz de alarma de un nuevo infectado lo da la red de vigilancia epidemiológica andaluza, a la que llegan los avisos de profesionales médicos de centros públicos y privados, así como los de las instituciones penitenciarias. "Todo facultativo está obligado a informar a dicho ente una vez que tenga constancia de algún caso. En el caso de la legionela debe hacerse de forma urgente", puntualizaba ayer Mayoral. En dicha red se integran epidemiólogos del Servicio Andaluz de Salud, así como profesionales de la propia consejería.
El Servicio de Alerta tiene en las nuevas tecnologías un nuevo aliado para conocer en tiempo real la detección de un caso de una enfermedad que pueda acarrear una epidemia. Esa interconectividad entre entes se lleva a cabo a través de la plataforma Salud Digital.
En el caso de la legionela, las investigaciones para determinar su foco de propagación se inician si se produce más de un infectado. Superado ese número, se pone en marcha todo un protocolo de actuación en el que tiene un papel destacado la encuesta de movilidad. A través de este cuestionario, específico para cada tipo de enfermedad infecciosa, se puede llegar a determinar la forma en la que se ha transmitido la misma, las zonas por las que se ha propagado o el tiempo durante el que las bacterias causantes de la enfermedad han estado latentes.
Toda esa información permite delimitar la zona e incluso llegar a identificar los posibles focos de propagación de la legionela, una enfermedad similar a la neumonía que es producida por una bacteria que se difunde a través del vapor de agua que emana de grandes concentraciones de agua caliente o de maquinaria de aire acondicionado de gran formato. A este último tipo correspondían las que han originado el foco localizado recientemente en la Macarena, en concreto unas torres de refrigeración en mal estado que no habían pasado su pertinente control y que fueron revisadas por agentes de Salud Ambiental, que procedieron a decretar su clausura. "Toda la actuación se llevó a cabo en menos de 48 horas", matizó Mayoral.
Los primeros resultados de las muestras tomadas en las citadas torres y en los infectados indican que pertenecen a una misma cepa de la enfermedad, aunque todavía resta por confirmar este punto por parte del Centro Nacional de Microbiología. Según las previsiones del máximo responsable del servicio, si a partir del martes no se producen nuevos casos, se considerará que se ha atajado el foco correcto.
De cara a los meses de frío, José María Mayoral también plantea una hipótesis ante la coexistencia de la gripe A y la estacional: "La primera se impondrá sobre la segunda en los próximos meses, aunque no hay nada de lo que preocuparse. La virulencia de ambas es similar". Pase lo que pase, estén tranquilos. Mayoral y los suyos velan por su salud.
