Diego Perotti es como el Guadiana. Cuando más caudal parece llevar, va y desaparece. No es por voluntad propia. La lesiones lo han apartado una y otra vez de un camino que no podía sino desembocar en mar de éxito deportivo y económico. A sus 24 años todavía está muy a tiempo. En el Sevilla lo saben y esperan que se revalorice incluso por encima de ese jugador que durante la temporada 2010-2011 tenía un precio de mercado cercano a los 20 millones de euros. Empezaba a convertirse en uno de los principales activos económico-deportivo del club de Nervión, en la que fue la campaña donde alcanzó mayor brillantez fruto de la continuidad que después nunca más tuvo.
Las lesiones le han hecho perder protagonismo a la vez que su valor se derrumbaba hasta los 8 millones en los que, por ejemplo, la web transfermarkt, especialista en mercado de traspasos del fútbol, sitúa ahora su cotización, que no obstante, sigue siendo la quinta más alta del equipo, tras Jesús Navas (20 millones), Álvaro Negredo (18), Gary Medel (10) y José Antonio Reyes (9). En Riazor puede empezar un nuevo relanzamiento de su carrera.El argentino participó ayer con total normalidad en el doble partidillo que dirigió el entrenador Míchel en la ciudad deportiva. Lo hizo por banda derecha. Está listo para competir, aunque, dada esa amarga tendencia a recaer o a toparse con nuevas lesiones en la fase última de recuperación de otras, y con el excedente de efectivos de cara al partido de Riazor, quién sabe si el cuerpo técnico decide hacerle esperar una semana más. Pero él está ansioso por volver a saltar a un terreno de juego.
No lo hace desde la última jornada de la pasada Liga, ante el Espanyol, en mitad de las dos intervenciones quirúrgicas a las que se sometió debido a una hernia discal, la primera a mediados de abril; la segunda, a finales de mayo, con lo que ha disputado un solo encuentro en los últimos seis meses. A finales de agosto pasado, cuando todo hacía indicar que estaba de vuelta, un nuevo contratiempo, una lesión en el gemelo de la pierna derecha. En principio iba a estar de baja entre 7 y 10 días, pero ya va para un mes. En la temporada 2010-2011 se convirtió en uno de los fijos en el once sevillista. Disputó 31 partidos, 27 de ellos como titular, anotando tres goles. Continuaba con su progresión imparable desde que debutara de la mano de Manolo Jiménez en el primer equipo en la 2008-2009, anotando su primer gol en la categoría ante el Deportivo de la Coruña en el Sánchez-Pizjuán. Fue el 23 de mayo de 2009 y en el minuto 90 para dar el triunfo a los suyos. De aquel equipo, el lunes en Riazor pueden repetir, además de Perotti, Andrés Palop, Fernando Navarro y Jesús Navas. El argentino entró por Diego Capel en el minuto 57. En la temporada siguiente jugó 28 partidos, 22 como titular, pero ya se perdió un mes de competición por una lesión entre marzo y abril.
En la 2010-2011 también estuvo de baja 19 días pero el calvario lo vivió la temporada pasada, primero con una lesión reiterada de isquiotibiales y la posterior intervención por la hernia discal. Se lesionó en octubre, en diciembre y en abril. Sólo pudo disputar 5 partidos completos de los 16 en los que participó, 13 de ellos como titular. No marcó un solo gol. La última lesión, en agosto. Que sea la última para este espléndido futbolista.
