Los rigores del descenso a Segunda división se dejan notar en todos y cada uno de los aspectos que rodean al Real Betis.
En el primero de los 21 desplazamientos que tendrán que realizar los futbolistas verdiblancos durante la temporada, la expedición realizó el viaje a Alicante en vuelo regular, haciendo escala en Madrid, lo que aumenta sobremanera el número de horas de periplo.
Algo a lo que no están acostumbrados, pues el pasado ejercicio el Betis viajaba en vuelo chárter a los destinos más lejanos, huyendo de incómodas escalas e interminables esperas. Pero aún pudo ser peor, pues en el viaje hacia la concentración en La Manga del Mar Menor, a 73 kilómetros de Alicante, los profesionales béticos sufrieron ocho horas de viaje en autobús.
