Local

"El esfuerzo tiene que ser titánico"

Griñán trata de convencer a los suyos de que la victoria en marzo es posible y aboga por un congreso federal abierto

el 30 nov 2011 / 22:22 h.

TAGS:

José Antonio Griñán se dirigió ayer al Comité Director del PSOE-A.

Corrillos, rumores, inquietud. En ese ambiente llegó el secretario general del PSOE-A y presidente de la Junta, José Antonio Griñán, para dirigirse a los principales cargos del partido en el Comité Director, después de la derrota del 20-N y a cuatro meses de unas elecciones andaluzas en las que el PP es favorito. Griñán fue fiel a su estilo y su discurso -casi una hora- encandiló a los griñanistas y causó incomprensión en otra minoría.

El dirigente socialista estructuró su intervención en cinco bloques. Analizó la "fuerte derrota" de diez días atrás, teorizó sobre la crisis y los mercados, hizo autocrítica y señaló algunos cambios en la estrategia, lanzó un decálogo de "colaboración" con el Gobierno de Mariano Rajoy y dijo cómo quiere que se celebre el congreso federal que elegirá nuevo líder del PSOE.A puerta cerrada hubo 21 peticiones de palabras. La gran mayoría dentro del guión oficial, subrayando la importancia de mantener la unidad y respaldando a Griñán, como hicieron los ocho secretarios provinciales o pesos pesados como Gaspar Zarrías. Otras, como la del exdiputado de Cádiz Rafael Román, reproduciendo -con muchos matices, dicen- ante el plenario un artículo suyo publicado en El País, exigiendo autocrítica y advirtiendo de que si no "el PSOE pasará a la irrelevancia".

"Sé que hay inquietud, que estamos todavía con el escozor del 20 de noviembre y que a veces nos asalta la desilusión, pero el esfuerzo tiene que ser titánico". Fue el alegato final de Griñán. Ante el próximo congreso federal, que se celebrará en Sevilla los primeros días de febrero, el líder del PSOE-A reivindicó "el peso específico" del socialismo andaluz y pidió que al término del cónclave se forme "una piña" para ganar las elecciones andaluzas.

Sobre los distintos candidatos a la secretaría general, volvió a apostar por un congreso abierto. "No tengáis miedo al ruido", "hablemos, escuchemos, discutamos y lleguemos en paz al final". Una paz que, explicó, se producirá si cada uno de los militantes piensa en el futuro y no se plantea "cuanto gana personalmente". Mensaje clave en un partido con muchos altos cargos y dirigentes nerviosos por perder el sillón. Insistió en que quiere una ejecutiva "intergeneracional y paritaria" y puso especial énfasis en el tema de no consentir retrocesos en la igualdad. Su crítica más dura a la campaña de Alfredo Pérez Rubalcaba fue: "envejecida y masculina". Una falta de mujeres que, lamentó, se repite en el grupo socialista de Congreso y Senado.

Griñán insistió en que la posibilidad de que el PSOE gane en marzo es real: "Tenemos todas las opciones electorales de victoria en nuestras propias manos". Revisarán su relación con las clases medias urbanas -"que no quieren oír hablar solo de prestación al desempleo y sí de innovación, emprendimiento, mérito y capacidad"- y abrirse a la sociedad. Con ese discurso, después enterrado, se estrenó ante el Comité Director hace más de dos años. Aseguró que al hablar del ladrillo han utilizado "un lenguaje equivocado", abogó por otra relación menos "errática" con los medios y en clave interna avisó de que los conflictos "son normales" pero no pueden convertirse "en problemas generales".

Las elecciones andaluzas, aseguró, son importantes para todo el socialismo europeo porque "pueden permitir tomar oxígeno en esta asfixia que nos está poniendo a todos azules y cianóticos".

  • 1