El caso del espionaje en la empresa automovilística francesa Renault, y por el que tres altos ejecutivos han sido apartados del grupo, apunta hacia compañías chinas, según se deduce de la investigación abierta por la marca del rombo.
Mientras, la oficina del presidente francés, Nicolás Sarkozy, ha solicitado al servicio de inteligencia del país, DCRI, que investigue el supuesto caso de espionaje, dijeron ayer fuentes gubernamentales.
Señalaron, además, que se está estudiando la posibilidad de que la revelación de secretos industriales del fabricante automovilístico galo tenga un posible vínculo con empresas chinas. "El Elíseo ha encargado al DCRI la investigación", afirmaron.
La compañía del rombo indicó que estos "hechos muy graves" conllevan una transmisión de información sobre activos claves por parte de "personas en una posición estratégica dentro del grupo", señaló su director jurídico, Christian Husson.
La conexión china fue apuntada ayer por el periódico francés Le Figaro. Según este rotativo, los datos confidenciales que han pasado a manos ajenas atañen a informaciones relevantes sobre el funcionamiento de las baterías de los automóviles eléctricos de segunda generación. Ninguno de los cuatro que sacará al mercado la marca francesa este año o el próximo, sino de los que todavía están en fase de estudio y que se comercializarán más allá de 2012. Las entrañas mismas de las investigaciones, por tanto, habrían sido reveladas.
De hecho, unos 4.000 millones de euros habría ya invertido Renault en el desarrollo de los programas futuros, y en ellos han colaborado 1.700 ingenieros, según detalla Le Figaro. Todo esto en colaboración con su socio japonés Nissan.
Los tres altos cargos, que han sido apartados de sus puesto y podrían ser despedidos, habrían entregado supuestamente a intermediarios económicos varias patentes aún sin declarar de componentes eléctricos. Gran daño si se tiene en cuenta la rivalidad de las compañías en el coche del futuro.
Cuatro modelos en cartera
El coche eléctrico no es cosa del futuro, sino que es una realidad, e incluso su compra está incentivada por las administraciones. Por el negocio no sólo pelean las empresa automovilísticas, sino también las eléctricas.
En concreto, la francesa Renault sacará al mercado este año su berlina familiar Fluence y el utilitario Kangoo Express, modelos ambos que están alimentados exclusivamente con electricidad. En 2012, asimismo, prevé comercializar el pequeño Twizy, que se construirá en la planta española de Valladolid, y la berlina Zoe, de menor tamaño que la Fluence.