En Huelva fue la playa de Matalascañas la más perjudicada, tanto por la pérdida de arena que el temporal arrastró mar adentro, como por los daños en el paseo marítimo y las casas de los marineros. La ejecución de las obras de reparación, por el procedimiento de emergencia, se consideró prioritaria no sólo por el efecto negativo que causaría al turismo, sino porque supone un peligro para los usuarios. En el extremo oriental de la playa se arruinó en su totalidad un sector del paseo, de unos doscientos metros de longitud, incluyendo el saneamiento. En la zona del hotel Flamero quedaron afectados 100 metros de paseo marítimo, en el ensanchamiento hacia la playa.
El estado actual del paseo no posibilita la explotación de la playa en condiciones adecuadas y seguras, según la Subdelegación del Gobierno en Huelva. El saneamiento del sector oriental de la urbanización quedó anulado y la accesibilidad se vio gravemente resentida. La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dijo ayer que la actuación para recuperar las playas afectadas por el temporal es "uno de los más urgentes" que ha puesto el marcha el Estado, coordinado con la Junta de Andalucía.
Otras medidas para compensar a los damnificados por el temporal aún no se han puesto en marcha, a falta de que la Junta evalúe y cuantifique los daños. El Estado ha destinado 80 millones de euros para salvar al litoral andaluz de los efectos brutales del temporal. El coordinador general de IU en Andalucía, Diego Valderas, dijo ayer que con este dinero "sólo hay para un lavado de cara".