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El estreno de la A-66 deja una operación retorno sin atascos

Mucho más tráfico que cualquier otro fin de semana -para eso ayer acabó el puente del 28-F- pero sin ninguna retención en la Autovía de la Plata.

el 15 sep 2009 / 00:59 h.

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Mucho más tráfico que cualquier otro fin de semana -para eso ayer acabó el puente del 28-F- pero sin ninguna retención en la Autovía de la Plata. La reciente apertura del tramo de la A-66 (Sevilla-León) que elimina la travesía de El Ronquillo y la Cuesta de la Media Fanega fueron las claves en la operación retorno.

Cualquier otro domingo por la tarde noche la ruta hacia Sevilla por la N-630 (Sevilla-Gijón) o por los tramos abiertos con anterioridad de la A-66 suponía un calvario de atascos, retenciones, maldecir el mismo CD escuchado hasta rayarlo y convertir el habitáculo del automóvil en un monumento a la paciencia desesperada. De hecho, la operación salida del puente (el pasado miércoles) se saldó con 21 kilómetros de retenciones. El último tramo de la autovía por la provincia de Sevilla no abrió hasta el pasado 29 de febrero.

Pero ayer los controladores de la Dirección General de Tráfico (DGT) en Sevilla fueron contundentes: ninguna retención ni a primera hora de la tarde ni pasadas las 20.30 horas, cuando todos los viajeros parecen ponerse de acuerdo para regresar una vez pasadas las horas de luz de un puente, además, con un tiempo mucho más primaveral que su fecha en el calendario.

Cuando falta un sistema de medición del volumen de tráfico fiable -que la DGT sí dispone para otras carreteras, pero no para la A-66- sus funcionarios indicaron que todos los turismos que causaron atascos de 21 kilómetros cuatro días atrás estaban ayer intentando regresar. "Circulación intensa, pero sin ninguna retención", fue la cantinela de su resumen de la situación.

Con los mayores túneles de la provincia -uno de ellos, de 800 metros- y tres viaductos sobre la Rivera del Huelva para salvar el desnivel de la Cuesta de la Media Fanega, la obra en este tramo de la autovía se había hecho esperar cuatro años: dos de papeleo y dos de obras, mientras que en 2004 el resto de la vía rápida en su recorrido por Sevilla estaba acabado, e inaugurado, lo que no se vio la pasada semana por coincidir con la campaña electoral.

Esta semana ya se podrá llegar sin salir de la autovía hasta el límite entre Cáceres y Salamanca, y a finales de este año será posible continuar por la A-66 hasta Zamora. Pero el itinerario entre la capital hispalense hispalense y León no estará completo -falta un tramo de 43 kilómetros al norte de Zamora- hasta diciembre de 2009, si las previsiones finalmente se cumplen.

La razón que más pesó para construir la autovía fue reducir el número de muertes en la vieja N-630, 85 en la última década, con el pico trágico de marzo de 1998, momento en el que murieron hasta 11 personas en el intervalo de cuatro días. Precisamente el tramo que abrió el pasado viernes supuso una inversión del Ministerio de Fomento de 86 millones de euros.

También primaron los intereses de conexión directa entre el noroeste y el suroeste de España evitando el desvío a Madrid, urbe que, de rebote, queda mejor conectada con Sevilla porque la A-66 hasta Mérida y desde allí la A-5 (Madrid-Elvas) es una alternativa más cómoda y no más larga que la A-4 entre las dos capitales.

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