El presunto miembro liberado de ETA Gorka Joseba Lupiáñez pertenecía a una novedosa estructura del aparato militar que se encargaba de suministrar infraestructura y logística a los comandos que operaban dentro de España.
Lupiáñez fue detenido el pasado viernes en Berriz (Vizcaya) y había cruzado la frontera hace más de dos meses para comenzar su labor, que consistía en crear una infraestructura que pudiese aprovechar en el futuro uno o más comandos. Esa infraestructura será dotar de zulos en los que esconder armas y explosivos; establecer buzones -puntos de entrega del material- y buscar personas legales para llevar a cabo labores de apoyo.
El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno decretó la prisión incondicional, incomunicada y sin fianza para Lupiáñez. Mientras, la Policía francesa registró un zulo de su propiedad en Biriatou, en el departamento del Pirineo Atlántico, mientras que la Guardia Civil inspeccionó un caserío supuestamente utilizado por el presunto etarra.
Por otra parte, el ex jefe del aparato militar de ETA Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, terminará de cumplir condena en España a partir de mañana, día en que está previsto que las autoridades del país vecino se lo entreguen a las españolas. Txapote todavía tiene pendiente cumplir cinco años en Francia, pero un convenio del Consejo de Europa, que data de 1983, permite a los penados pasar el resto de su condena en su país de origen si así lo solicitan, algo que el terrorista pidió en septiembre de 2006.