Local

El eterno debate sobre el futuro político de Rosa Aguilar

Es lo mínimo que le han podido decir a la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar quien días atrás confesó que en las pasadas elecciones votó a la candidata al Senado del PSOE de Córdoba antes que a la de su organización, a la sazón concejal por IU en el Ayuntamiento que preside.

el 15 sep 2009 / 03:06 h.

Es lo mínimo que le han podido decir a la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar quien días atrás confesó que en las pasadas elecciones votó a la candidata al Senado del PSOE de Córdoba antes que a la de su organización, a la sazón concejal por IU en el Ayuntamiento que preside. El dirigente de la CUT, Juan Manuel Sánchez Gordillo le llama "desleal" al tiempo que le exige que se marche. Además, se ha conocido que hace años que ha dejado de pertenecer al PCE por el conocido método del impago de la cuota de afiliación. En todo caso, lo sucedido no nos debe sorprender si se tiene en cuenta la actitud distante que viene manteniendo Aguilar con su organización desde hace tiempo. Sin embargo, en esta ocasión el proceso parece que ha llegado a un punto de no retorno en medio de una discusión interna sobre el futuro de IU y del de ella misma. Su apuesta por una nueva configuración de esta formación, asentándola en unas bases ideológicas más abiertas, modernas y menos dependientes del comunismo ortodoxo, es, de sobras, conocida por todos pero, también, sus reiterados intentos por cambiar la situación sin fruto alguno hasta ahora. Vuelve a situarse en el mismo escenario aunque todo hace indicar que este pulso lo tiene perdido de antemano.

Falta de apoyos para sobrevivir en clima hostil.

Y lo que ya se está evidenciando es que Aguilar no cuenta con los apoyos necesarios para soportar por más tiempo la convivencia en el seno de una misma organización con personajes como el propio Sánchez Gordillo. Es absolutamente incompatible tanto con este personaje como con lo que representa. Supone sólo un indicio pero después de éste último incidente protagonizado por Aguilar tras las elecciones, pocos creen en su permanencia en IU en donde se encuentra cada vez más aislada señalándole sus dirigentes cada dos por tres la puerta de salida. De hecho, piensan que estamos, sencillamente, en una estrategia de despedida de la alcaldesa quien, allá por verano, se incorporaría a la administración central con un importante cargo dadas las simpatías que despierta en las más altas instancias socialistas. A pesar de ello, ha negado en rotundo esta posibilidad reiterando su conocido compromiso con Córdoba pero lo cierto es que se hace muy difícil imaginar que vaya aguantar todo un mandato bajo esta presión.

Por coherencia debería marcharse.

En este adverso clima, prácticamente, irrespirable y con escasas expectativas de que sus propuestas pudieran prosperar, lo mejor que podría hacer es marcharse dejando, incluso, la alcaldía para emprender así una nueva trayectoria política, libre de ataduras dejando atrás un traje que ya le ha quedado excesivamente estrecho. Con este paso puede que el PSOE gane una aliado aunque, eso sí, le provocaría un grave problema en Córdoba ya que les obligaría a votar a un sustituto para la alcaldía del PCE, puro y duro, trance por el que no están dispuestos a pasar. En fin, que se estaría así a un paso de entregar dicha alcaldía al PP, la primera fuerza política. Todo un dilema que se ha de resolver cuanto antes ya que el espectáculo que se está generando en torno a su futuro comienza a cansarnos un tanto.

  • 1