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El eterno personaje de Greene

El tercer hombre de una escudería de Fórmula Uno no tiene el protagonismo que tiene el sexto en un equipo de baloncesto porque su papel termina cuando empiezan los entrenamientos oficiales. Debe algo así como la frustrante vida del soldado que sólo dispara con balas de fogueo.

el 14 sep 2009 / 22:32 h.

El tercer hombre de una escudería de Fórmula Uno no tiene el protagonismo que tiene el sexto en un equipo de baloncesto porque su papel termina cuando empiezan los entrenamientos oficiales. Debe algo así como la frustrante vida del soldado que sólo dispara con balas de fogueo.

Una de las cumbres de la novela de espionaje con la guerra fría como escenario es "El tercer hombre", obra maestra de Graham Greene protagonizada por un desconocido. Todo un alarde de estilo aplicable a la Fórmula Uno, donde el trabajo gris de los "terceros hombres" no se reconoce pero está permanentemente presente en el desarrollo de la temporada. Ellos son los que afinan los reglajes del monoplaza sobre el que los pilotos oficiales competirán. Entre estos probadores, destaca Pedro Martínez de la Rosa (Barcelona, 24-II-71) un veterano conductor al que quizás se le ha esfumado la última oportunidad de abandonar su papel secundario.

La salida de Fernando Alonso de McLaren abría un resquicio para la esperanza al catalán, quien no ha dudado en mostrarse "decepcionado" por el fichaje de Heikki Kovalainen, un piloto de perfil bajo, cuya presencia en la escudería británica sólo se explica como atención al capital nórdico que financia a la Fórmula Uno. Kovalainen lleva una carrera análoga a su compatriota Kimi Raikkonen, pues se formó en la Fórmula Renault, como el actual campeón del mundo. Sin embargo, no es un conductor del que se puedan esperar grandes cosas, en vista de que todo el protagonismo en McLaren será para Lewis Hamilton.

Así las cosas, De la Rosa esperaba que Ron Dennis le agradeciese su fidelidad. Un lustro como ejemplar piloto probador merecía más consideración al final de su carrera pero el manager inglés volvió a tomar una decisión cruel.

Líder del viernes.

La figura del tercer piloto alcanzó una importante dimensión en 2005, cuando se autorizó a las escuderías a alinear al probador en los primeros entrenamientos, los que se desarrollan el viernes. Desde entonces, Pedro Martínez de la Rosa ha sido el conductor que más veces ha liderado esta parrilla virtual, lo que ha posibilitado las muchas 'poles' logradas por sus compañeros en las sesiones oficiales de los sábados.

De la Rosa tampoco ha deshonrado a su escudería cuando, por ausencia de alguno de los pilotos titulares, ha tenido la posibilidad de disputar carreras. En el Gran Premio de Bahrein de 2005, suplió a Juan Pablo Montoya y alcanzó una notable quinta plaza. En la segunda mitad de la temporada 2006, el corredor español cogió el volante que el colombiano había dejado para volver a competir en el NASCAR estadounidense. Pese a correr sólo ocho grandes premios, Martínez de la Rosa terminó undécimo el mundial, por delante de gente de prestigio como David Coulthard. Sumó 19 puntos y, en Hungría, logró el hasta ahora único podio de su vida.

Ha esperado, durante todo el otoño, que su buen hacer obtuviese la recompensa de ser el escudero que necesita Hamilton para lograr el título que se le escapó en el caótico tramo final de 2007 pero Dennis no lo ha querido así y Pedro ya no tiene edad para implorar un hueco en otra escudería. Terminará su carrera al volante de un coche de pruebas, siempre con la incógnita de saber qué hubiese ocurrido si le hubieran dejado competir.

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