Fuentes del caso explicaron que los agentes encargados de la investigación han realizado diversas pruebas para medir la velocidad a la que circulaba el autobús, perteneciente al Consorcio de Transportes, que han determinado que circulaba entre 47 y 42 kilómetros por hora, cuando la vía está limitada a 30. Sin embargo, la Policía Local establece finalmente en al menos 42 kilómetros por hora la velocidad del impacto, "en beneficio del conductor". Ello sin tener en cuenta que el GPS del autobús marcaba que éste circulaba a 40 metros antes del impacto a 54 kilómetros por hora (en una zona en la que ya está limitada a 30), ya que según recoge el informe el aparato no está homologado y, por ello, no se ha incluido como herramienta para la medición.
Lo que sí ha comprobado la Policía Local es que, tal y como afirmó el conductor en su declaración policial, el velocímetro del autobús estaba averiado. El chófer ya admitió que circulaba más rápido de lo estipulado para esa zona, una carretera que pasa entre la orilla del río y la zona de patinaje, ya que dijo que iba a unos 35 o 40 kilómetros por hora. No obstante, no pudo precisarlo con rotundidad porque el indicador de velocidad "estaba estropeado". De hecho, la empresa propietaria del vehículo ya ha sido sancionada.
La segunda causa de la que habla el informe es la distracción del conductor, pues la Policía considera que no iba prestando la debida atención pese a saber que la entrada de autobuses de Plaza de Armas es un lugar peligroso al estar situado junto al Skate Park y que en cualquier momento podría cruzarse alguien de forma inesperada. Por último, destaca la ausencia de un paso de peatones como última causa del siniestro mortal. En este sentido, los abogados de la familia, Luis y Andrés Avelino Romero, reconocieron que el joven había cruzado por una zona indebida, pero también que lo tuvo que hacer obligado por las circunstancias, "ya que no había un paso de peatones para poder salir del Skate Park".
Por ello, el informe concluye que existió una "concurrencia de culpas", aunque la investigación sigue abierta. Lo que no han podido determinar los agentes es el punto exacto en el que se produjo el atropello. Algunos testigos relataron en su momento que tras impactar el cuerpo del chico fue arrastrado varios metros.
Con las conclusiones del informe en la mano, el letrado Andrés Romero presentará la semana que viene una ampliación de la denuncia en el Juzgado de Instrucción número 1 y solicitará la práctica de nuevas pruebas. "Aunque por el momento no se pueden precisar", señaló.
Los abogados responsabilizaron desde un principio al anterior Gobierno municipal por la dejadez de la zona y las carencias de seguridad que presentaba. De hecho, dijeron que iban a reclamar "responsabilidades" pertinentes al Ayuntamiento anterior.
Tras el siniestro el actual equipo de Gobierno procedió a realizar una serie de mejoras en la zona. Lo primero que se llevó a cabo es la colocación de un paso de peatones sobreelevado para facilitar el acceso y salida de los patinadores. Además, el Consistorio también anunció que colocaría una serie de vallas de 2,70 metros de altura, para impedir que los patinadores puedan invadir la carretera de forma imprevista y evitar así nuevos accidentes.
