La segunda vez que el exchófer de Francisco Javier Guerrero, exdirector general de Trabajo y principal imputado en el fraude de los ERE, declaró ante la juez Mercedes Alaya, el pasado 22 de marzo, Juan Francisco Trujillo incriminó directamente a Gaspar Zarrías en el fraude de los expedientes de regulación de empleo pagados por la Junta. Trujillo estaba en libertad con cargos, tras pasar una temporada en prisión imputado por blanqueo de capitales, tráfico de influencias, cohecho y asociación ilícita, entre otros delitos. A preguntas de su abogado, y como línea de defensa, le contó a la jueza que el secretario de Política Municipal del PSOE, diputado en el Congreso, exconsejero de la Presidencia, y otrora hombre fuerte del Gobierno andaluz de Manuel Chaves durante 13 años llamó en varias ocasiones a su jefe para decirle que incluyera a intrusos en ERE de empresas donde no trabajaron. El voluminoso sumario del caso ERE le fue entregado ayer a las partes, dejando visibles las miles de páginas de documentación que ha acumulado la investigación en los últimos seis meses. En la causa hay 68 imputados, muchos de ellos han pasado por prisión y algunos siguen encerrados. Lo que aportan de nuevo los últimos archivos viene, sobre todo, de la operación Heracles de la Guardia Civil, que abrió la trama de las sobrecomisiones que consultoras y aseguradoras cobraban por gestionar el reparto de ayudas ilegales. Esa operación, que tuvo lugar en marzo, sumó 22 imputados más, y muchos de los detenidos los directivos de Vitalia y Uniter se han venido quejando a la jueza de no conocer hasta hoy los pormenores de su imputación. No es la primera vez que el nombre de Gaspar Zarrías aparece en el sumario del caso ERE, ligado sobre todo a uno de los personajes clave de la trama, el exsindicalista Juan Lanzas, a quien llamaban el conseguidor, porque era el que mediaba entre la Consejería de Empleo y las empresas en crisis y prejubilados que recibían las ayudas públicas. El exchófer sostiene que conocía a Zarrías por comentarios de Guerrero, pero cuando la jueza le pregunta los nombres de los intrusos que ordenó incluir en los ERE, éste dice no recordarlos. Trujillo explica que Lanzas presumía de tener línea directa con Zarrías, y que por tanto podría pasar que le transmitiera a Guerrero alguna orden, petición o consejo de éste. También concreta que el exconsejero hizo gestiones con Guerrero para que le dieran ayudas a una empresa azulejera de Vilches. El exchófer cuenta que Lanzas y Guerrero eran más que amigos, y recuerda la vez en que él le pidió dinero para saciar su adicción en su anterior declaración admitió que compraba cocaína para él y para Guerrero con dinero público y que Lanzas les hizo una transferencia. ¿Te lo apunto a ti o a Javier?, dijo éste. También señala a Francisco Reyes, secretario general del PSOE de Jaén, como socio de Lanzas en una de sus sociedades. Trujillo también le menciona a la jueza al presidente Griñán. Dice saber que se reunió con Guerrero cuando éste era consejero de Hacienda, y también con el secretario de Hacienda para desatascar el retraso que había en los pagos de subvenciones, pólizas y ayudas. Guerrero se lo comentó tras abandonar el despacho de Griñán, mientras iban en coche de vuelta a la dirección general de Trabajo. En mi vida me he reunido con el señor Guerrero y nunca ha sido director general mío, afirmó ayer Griñán. Relación dudosa. Zarrías aparece en los informes de la Guardia Civil si bien los agentes dejan claro que su posible relación con Lanzas es de difícil definición ya que únicamente podría basarse en lo apuntado por distintos investigados quienes, a juicio policial, no aportan prueba suficiente para definir la misma, apuntando meras conjeturas carentes o escasas de validez. Alaya no ha imputado a Zarrías ni antes ni ahora, tras la declaración de Trujillo. El jiennense es aforado (la misma situación que otro exconsejero, José Antonio Viera), y si la jueza viera indicios de delito, tendría que elevar el caso al Supremo. Respecto al vínculo de Zarrías y Lanzas, la Guardia Civil alude al testigo del abogado de la familia Ruiz Mateos, para la que Lanzas medió en cinco ERE de empresas del grupo. Éste señaló que tuvo conocimiento de ayudas por 20 millones para instalar una fábrica de platos precocinados para Dhul que no se llegó a realizar y que le mencionaron que se habían tramitado otras subvenciones del grupo Nueva Rumasa de Andalucía a través de Zarrías, pero desconoce los datos concretos. El testigo señala que Ruiz Mateos conoció a Lanzas días después de que se solicitara el primer ERE para Dhul, fue solo a la casa familiar de Somosaguas, donde se realizarían las siguientes reuniones en las que personalmente nunca ha visto a nadie de la Junta, aunque cree que sí había gente de la Junta pero que jamás ha visto personalmente un pago a Lanzas. El informe policial también alude a la declaración de Francisco José González, excomercial de Vitalia. Sobre Zarrías, éste declaró que se decía que es la persona que introdujo a Lanzas en el mundo sindical y en las relaciones del PSOE. En una ocasión acudió alguien solicitando los servicios de Vitalia en un ERE por indicación del exdelegado de Empleo, Antonio Rivas (imputado).
