La activista saharaui Aminatu Haidar salió anoche a las 21.28 hora local del Hospital General de Lanzarote en dirección al aeropuerto de la isla para subir a un avión que la trasladaría a El Aaiún tras 32 días en huelga de hambre. Haidar dijo a los periodistas que si volvía a ocurrirle lo mismo que hace 15 días, cuando no le permitieron su traslado estando ya en el interior del avión, seguiría con su huelga de hambre.
Asimismo, la activista dijo que lo primero que haría cuando llegara a su casa sería abrazar a sus hijos y a su madre y aseguró que su vuelta a El Aaiún es "un triunfo de la causa saharaui".
El anuncio de la salida del hospital lo hizo el presidente de la Federación Estatal de Instituciones Solidarias con el Sáhara de España y miembro de la Plataforma de Apoyo a Aminatu Haidar, Carmelo Ramírez.
La activista viajó a El Aaiún en un avión fletado por el Gobierno junto con su hermana Laila Haidar y el doctor Domingo de Guzmán Pérez Hernández, que la atendió en sus primeras semanas de huelga de hambre. Después de estar varias horas en la UVI, Haidar fue trasladada a planta, hidratada por vía intravenosa, pero sin comer, esperando su traslado al aeropuerto de Lanzarote.
Haidar tuvo noticia de que se preparaba su regreso a El Aaiún en torno a las 16.00 horas de ayer por boca de su abogada, Inés Miranda, según informaron a Efe fuentes de su entorno.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, estuvo en contacto con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien se encontraba en la cumbre de Copenhague contra el cambio climático, para cerrar las gestiones diplomáticas. Moratinos fue quien anunció ayer por la tarde en el Congreso que "en breve" se podría dar con una solución definitiva durante su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores para informar precisamente del caso de Haidar.
En un momento de su intervención, recibió una nota y a continuación, después de leerla, pidió interrumpir la sesión para hacer unas consultas. Veinte minutos después, regresó para solicitar la suspensión de la comparecencia con el fin de proseguir las gestiones para la resolución del caso. "Estamos en un proceso intenso de negociaciones", dijo Moratinos, quien recomendó ser "prudentes y discretos".
La petición de cautela responde a que ya hubo un intento para que Haidar volviera a El Aaiún el pasado día 4, pero se abortó en el último momento cuando ya estaba dentro de un avión por la negativa de Rabat.
Papeles claves. En el proceso de negociación han tenido un papel clave Francia, Estados Unidos y Naciones Unidas.
El regreso de Haidar a la capital saharaui junto con su familia pondría fin a la huelga de hambre que comenzó el pasado 16 de noviembre, dos días después de ser expulsada por Marruecos.
Moratinos admitió ayer en el Congreso que su colega marroquí, Taib Fassi Fihri, le informó el 13 de noviembre de que Haidar iba a ser expulsada a Lanzarote al día siguiente. El titular de Exteriores aclaró que este aviso, al que sucedió un segundo cuando Haidar ya volaba a Lanzarote, no debe interpretarse como que el Gobierno "diese complicidad" o "avalase" la decisión de Rabat.
También reconoció que la expulsión fue "política, no administrativa", después de que en un principio se justificara en que la activista se negó a reconocer su nacionalidad marroquí en la ficha del control policial en El Aaiún (Sáhara Occidental).
Moratinos insistió en que "el Gobierno no creó esta crisis y no fue cómplice", y que actuó por "criterios humanitarios", después de que los grupos de la oposición hayan expresado sus sospechas de que hubo orden política a la policía para que la dejara entrar en Lanzarote.
Las sospechas de la posible solución al caso surgieron ayer por la mañana cuando el Parlamento Europeo decidió no votar una resolución ya pactada sobre Haidar para no obstaculizar las gestiones diplomáticas en marcha y no irritar a Marruecos.
Zapatero también alentó esperanzas cuando por la mañana en el Congreso, antes de viajar a la cumbre sobre el cambio climático de Copenhague, dijo que las cosas iban "mejor".
Según informaron a Efe fuentes del Partido Popular, Zapatero no informó al cierre de esta edición al líder popular, Mariano Rajoy, de la evolución de los acontecimientos, aunque Moratinos sí compartió información con los portavoces de los grupos parlamentarios con motivo de su comparecencia.