Más de 200 piezas de entidad se han perdido en el palacio de Peñaflor. Relojes, cuadros, espadas, candelabros, sillones o cornucopias faltan tras el inventario llevado a cabo por técnicos municipales de los bienes muebles del emblemático edificio, declarado monumento nacional y también Bien de Interés Cultural (BIC).
De un total de 373 lotes de piezas que estaban registradas en un anterior inventario, faltan un centenar de lotes completos y 24 lotes parcialmente. Eso supone una pérdida de más de 200 piezas, a los que hay que sumar innumerables piezas menores, que van desde botones de uniformes a piezas de tocador o herramientas.
Los bienes muebles y enseres del palacio de Peñaflor fueron sacados del edificio y llevados a una nave industrial -cuyo paradero no se facilitó por cuestiones de seguridad- como paso previo a las obras para convertir el monumento en hotel de lujo, frustradas por sucesivos cambios de empresa adjudicataria y, finalmente, revocadas por incumplimiento de la última concesionaria.
Con los datos oficiales de que han desaparecido lotes enteros de patrimonio del monumento, el Ayuntamiento de Écija tiene la posibilidad de denunciar el presunto expolio ante la Fiscalía. El cotejo inicial del inventario recién terminado con los de 2002 y de 2006 revela que casi todas las piezas perdidas han desaparecido entre finales del pasado mandato municipal (cuando gobernaron Écija en coalición PSOE e IU) y mediados del que ahora termina, en concreto entre 2006 y 2009, cuando la empresa Clar se hizo cargo de las obras para reconvertir el edificio en hotel.
El nuevo inventario empezó a realizarse en noviembre de 2010, bajo la supervisión del secretario municipal y tras denunciar el PA, en la oposición, que tenía sospechas de "la salida irregular" de obras de arte del palacio. Los andalucistas se mostraron convencidos de que se habían perdido enseres de valor en el traslado, tras hallar en internet fotografías de objetos que estaban incluidos en un inventario anterior de bienes muebles del palacio y que estarían siendo ofrecidas en venta o en subastas. La ley fija penas de seis meses a tres años de prisión, multa de 12 a 24 meses y posible inhabilitación especial para "los que alteren edificios protegidos".
