Ayer se clausuró oficialmente el taller de empleo Mirador de Peñaflor, una iniciativa de formación ocupacional que ha empleado durante el último año a 25 personas, todos mayores de 25 años, y que ha servido, fundamentalmente, para consolidar y restaurar el exterior de la capilla de las Monjas Blancas.
Los trabajos se han centrado en el exterior del edificio, la antigua capilla del convento de la Encarnación, del siglo XVIII y de propiedad municipal, aunque también se han tomado medidas de protección de la sillería "para evitar que se hundiera", según Manuel Cortés, director del taller formativo recién clausurado.
La rehabilitación del interior de la capilla tendrá que ser objeto de una intervención más específica y especializada, según Cortés, que aventura que deberán ser el Ayuntamiento ecijano y el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico quienes lleven a cabo una actuación conjunta para recuperar todo el edificio.
Según el Gobierno local (PSOE) la restauración persigue un doble objetivo: por un lado, la adaptación del edificio para su uso como equipamiento cultural, un tipo de equipamientos del que carece la zona norte de la ciudad, como la calle Mayor, donde se encuentra el edificio, o la cercana barriada de El Valle.
Empleo. Las obras han permitido tener empleados durante un año (desde diciembre de 2007 hasta diciembre de 2008) a 25 personas mayores de 25 años que han recibido "un sueldo de algo más de 1.000 euros al mes", según el concejal de Desarrollo, Innovación y Turismo, José Joaquín González, que añade que, de este modo, "se ofrece formación y posibilidades de inserción en el mercado laboral a personas que tienen dificultades para ello".
El proyecto de rehabilitación de las Monjas Blancas está promovido por el Ayuntamiento de Écija, mientras que el Taller de Empleo ha sido subvencionado por el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) y cofinanciado por el Fondo Social Europeo, con un presupuesto que, en mano de obra, supera los 220.000 euros, según fuentes municipales. Previamente a las prácticas en la capilla, los alumnos recibieron clases teóricas en la empresa municipal de Desarrollo, Sedesa, con una formación específica de prevención en riesgos laborales.
Las prácticas en la capilla han consistido en el derribo de elementos peligrosos, la consolidación de muros y el arreglo de cubiertas y exteriores. Además, se han realizado catas previas en el interior del edificio para estudiar posibles decoraciones ocultas bajo las capas de cal y se han afianzado los puntos más peligrosos, y apeado la bóveda de sustentación de la entreplanta, para proceder a su restauración.
Además de en la capilla de las Monjas Blancas, los 17 alumnos del módulo de albañilería y los ocho de instalaciones han trabajado en la recuperación parcial de dos patios del palacio de Benamejí, sede del museo local.
