Veinte años después, España volvía a disputar una final de la Eurocopa. El portero de la selección Luis Miguel Arconada había sido uno de los principales artífices de que la 'roja' estuviese en ese momento en el Parque de los Príncipes disputándole el título a Francia. Sin embargo, la historia le tenía reservado un momento aciago.
Con 0-0 empezó la segunda parte hasta que se llegó al fatídico minuto 57, cuando Francia dispuso de una falta tipo de las que no fallaba Platini.
Y, efectivamente, el lanzamiento del 10 galo fue raso y colocado al palo. Arconada atajó el balón, que se le escapó lamentablemente debajo de la axila. Un gol de broma, un tanto que fue el principio del fin. El partido acabó 2-0.
