Desde el pasado año El Festival Internacional de las Artes Escénicas de Sevilla se ha propuesto completar las fiestas de primavera de nuestra ciudad con una explosión de formas escénicas contemporáneas.
No es casual, por tanto, que esta cuarta edición del feSt haya comenzado con un espectáculo de calle que aúna el espíritu del circo con el del teatro y, a la vez, remite a las fiestas populares.
Un majestuoso barco blanco habitado por músicos y payasos y rodeado de piratas y monstruos alados subidos en enormes zancos blancos, evolvieron con su blancura fantasmal a los viandantes que, a eso de las ocho de la tarde, pasaban por El Prado de San Sebastían, a la altura de la antigua Fábrica de Tabacos.
Al contrario de lo que cabría esperar los conductores que vieron interrumpido el tráfico no mostraron ningún signo de impaciencia ni desesperación sino, más bien, de curiosidad. Quizás por eso decidieron dejarse llevar por la oleada de fantasía arrastrada por el barco a su pasar y convirtieron el obligado parón en una sesión fotográfica improvisada. Algunos incluso llegaron a bajarse para posar con el fantasmagórico barco de fondo. Aunque también hubo quien pretendió sortear el obstáculo. Y ahí fue donde algunos conductores se encontraron con la audacia y el desparpajo de los zanquistas quienes, con auténtica habilidad, embestían a los coches haciéndoles partícipes del espectáculo. Por cierto, que no vendrían nada mal en más de un atasco.
A partir de ahí el barco, de forma natural, se dirigió hacia el río llevando tras de sí una oleada de espectadores que decidieron acompañarle mientras disfrutaban de la música en directo y los números de acrobacias y malabares, además de la espectacular coreografía de los zanquistas quienes, en todo momento, no dejaron de animar al público con sus piriuetas y guiños cómicos. Una vez atracado en el Muelle de las Delicias el espectáculo rompió la ausencia de color de la comitiva regalándonos un fin de fiesta repleto de luz y artificios.
De esta manera, el Fest nos apunta ya desde su inauguración el propósito declarado por su director, Pedro Álvarez Ossorio, esto es, colmar de luz nuestra ciudad ampliando la oferta de la primavera sevillana con una nutrida nómina de espectáculos de todo tipo que, hasta el próximo día veinticinco, convocaran en las salas independientes de nuestra ciudad lo más nutrido de las nuevas tendencias escénicas internacionales.
Diversidad y experimentación son las características fundamentales que definen esta nueva edición que, junto a propuestas locales, nos ofrece obras internacionales de teatro y danza que engloban diferentes géneros, desde el clown hasta el drama, pasando por la performance. Nos esperan, por tanto, dos semanas repletas de emoción que nos sumergiran en el universo del humor blanco y brillante de payasos como Peter Shub, Valter Rado y Laura Herts; la audacia experimental de compañías como la chilena Tryo Teatro Banda y la sevillana Producciones Imperdibles; el compromiso de compañías como La Invenció, la frescura de ¿Porqué Teatro?, la desverguenza de Pez en Raya o el impacto del teatro físico de Los Corderos, entre otros. Sin olvidarnos de las propuestas de danza contemporánea que nos permitirán situarnos de lleno en el hecho mismo de la creación.
