Una de las iniciativas privadas más anunciadas en la escena cultural de Sevilla, el Festival de música de cámara Joaquín Turina ha tenido, por ahora, una vida muy corta. Una lacónica nota en la web del certamen informa de que la edición de este año, que había de celebrarse este mes, ha sido cancelada.
El Festival Turina, cuyo nacimiento impulsó el patrocinio de 21 empresas e instituciones, nació en 2007 con la vocación de plantear un programa de conciertos de elevada calidad y promover, de forma paralela, un concurso para solistas instrumentales. Con la presidencia honorífica del prestigioso chelista Janos Starker y el apadrinamiento del también del músico Lluis Claret, el certamen, una iniciativa mayoritariamente privada, surgió con un gran ímpetu en el panorama cultural.
El encuentro, que se celebró entre el 17 y el 23 de septiembre del pasado año, no tendrá, sin embargo, continuidad. Al menos, por ahora. Sus responsables artísticos, la pianista Benedicte Palko y el violonchelista Israel Fausto Martínez, no desvelan con claridad el motivo de esta cancelación y se limitan a argumentar que "por motivos profesionales inaplazables" se vieron obligados a anunciar la suspensión del certamen en enero de 2008.
Sin embargo, uno de los principales valedores del Festival, la Fundación Cruzcampo afirma que si bien ellos apoyaron "decididamente la primera edición", los responsables técnicos y artísticos del encuentro "no han cursado ninguna petición" para que la empresa volviera a brindarles en colaboración en la edición que habría de haber supuesto la consolidación de una iniciativa idónea en un mes, septiembre, en el que los ciclos musicales clásicos en Sevilla aún no han comenzado.
Ante este panorama, el director de comunicación del Festival, Albert Sunyer, aclara que "el encuentro se está reestructurando" y busca "ayudas públicas" que hagan más viable la continuidad de una iniciativa que, el pasado año, contó con una tímida respuesta de los aficionados.
